El anteproyecto en arquitectura precede al proyecto. Es clave para que el cliente pueda hacerse una idea y conocer el coste aproximado de su obra.
Dentro de todo proyecto de arquitectura existe lo que se conoce como anteproyecto. Es una especie de documento que el cliente recibe cuando quiere llevar a cabo un determinado proyecto arquitectónico, como puede ser construir una vivienda.
En la siguiente guía te contamos todo sobre qué es un anteproyecto en arquitectura, para que salgas de dudas.
Todo proyecto necesita previamente un anteproyecto que garantice su viabilidad y su éxito. Es como la base de todo y es imprescindible en el ámbito arquitectónico.
Un anteproyecto es una especie de fase inicial en la que el arquitecto expone los elementos que va a haber en la obra, conforme a los requerimientos y necesidades del cliente, tras haber hablado y tenido varias reuniones con él. Es decir, una vez que sabe lo que el cliente quiere, lo plasma en un anteproyecto.
En el anteproyecto se recogen distintos elementos de la obra. Estos elementos son de todo tipo, funcionales, constructivos, de estilo e incluso de materia económica. El objetivo es que el cliente pueda hacerse una idea de lo que será su proyecto y de lo que le va a costar. Es un documento que precede al proyecto y que sin duda le puede aportar un gran valor, para empezar a trabajar a partir de él.
También hay que tener en cuenta que no todos los anteproyectos son iguales. Al fin y al cabo, “cada maestrillo tiene su librillo”. En cualquier caso, aunque hay tipos diferentes de anteproyectos en arquitectura, suelen compartir características parecidas. Al fin y al cabo, se centran en ofrecer un poco lo mismo. Una visión aproximada de lo que quiere el cliente y el presupuesto estipulado.
En general, los anteproyectos poseen distintas secciones, creditorios y elementos. Son flexibles, se pueden modificar y suelen ser claros y concisos. Como te contamos, es para que el cliente tenga una información de base para tomar como referencia antes del proyecto como tal.
Para realizar el anteproyecto, en primer lugar se tiene una reunión con el cliente y se conocen sus necesidades. También se abordan cuestiones como posibles plazos y presupuesto.
En estas reuniones con el cliente se puede recopilar toda la información necesaria para poder enviarle el anteproyecto. Una especie de propuesta que se revisa con el cliente de forma conjunta para poder responder cualquier duda que pueda tener. Luego, se avanza a la siguiente fase.
El anteproyecto en arquitectura se realiza porque es una especie de borrador inicial. Una primera toma de contacto con el proyecto.
En el anteproyecto se deben recoger los requerimientos y necesidades del cliente, mediante planos, maquetas o esquemas. Esto le permite al cliente hacerse una idea de lo que será su proyecto e incluso se pueden contemplar mejoras a incluir de manera opcional.
El anteproyecto también permite conocer los costes del proyecto y entrar un poco más en detalle a la hora de tratar ciertos criterios técnicos. Es una especie de punto de partida.
Normalmente, los anteproyectos en arquitectura están compuestos de una serie de elementos considerados indispensables y que los arquitectos suelen incluir de forma estándar. Uno de ellos, es la conceptualización, donde se le pone al cliente un poco en contexto para que ve cómo se ha llegado a la solución propuesta.
A partir de ahí, se contemplan otros elementos como las plantas arquitectónicas -que son la base del diseño-, secciones con cortes horizontal y vertical, alzados -planos que representan la fachada principal-, planta de azoteas -para evaluar el drenaje de las aguas fluviales- y un esquema de la planta de cimentación y drenaje.
Aparte, también se incluyen detalles de la construcción para que el cliente pueda entender mejor los planos. Por ejemplo, cómo se va a estructurar todo y otras sugerencias o mejoras a incluir. Es una forma de que el cliente tenga una idea del proyecto lo más completa posible, dentro de lo que permite un anteproyecto.
Otro de los puntos fundamentales de todo anteproyecto en arquitectura, es el presupuesto estimado. Mediante los datos recogidos en el anteproyecto se puede estimar el precio total del proyecto para el cliente.
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