Analizamos las principales características de la arquitectura industrial, su origen y ejemplos de edificios famosos que siguen este estilo.
Características de la arquitectura industrial, una técnica tan bella como histórica
La arquitectura industrial es un estilo arquitectónico que se remonta al siglo XIX, después de la Revolución Industrial. En el siguiente artículo hacemos un repaso por su origen, sus características y algunos ejemplos de edificios de este tipo de arquitectura.
¿Cómo es la arquitectura industrial?
A la hora de viajar por España o por Europa encontrarás edificios industriales maravillosos, que son un must have en tu hoja de turismo. Muchos de ellos fueron construidos hace ya muchos años, en la era de la arquitectura industrial.
Es un estilo arquitectónico que gusta mucho, que atrae la visita de miles o millones de personas para admirar su belleza y su historia. Antes de enseñarte a identificar este estilo, veremos a qué debe su origen.
¿Cuál es el apasionante origen de la arquitectura industrial?
La arquitectura industrial se remonta al siglo XIX, concretamente tras la Revolución Industrial. Este estilo de arquitectura surgió con la incorporación de materiales como el acero, el hierro, el hormigón o incluso el vidrio. Por ese motivo podemos encontrarlos en algunos de los edificios más emblemáticos de esa fecha.
A partir del siglo XVIII los edificios construidos empezaron a hacerse teniendo en cuenta los materiales de la época. Aunque en un comienzo todavía dominaba el barroco y el rococó, a mediados de siglo se fue tirando hasta el estilo racionalista. Un vuelco hacia lo simple.
¿Qué cualidades tiene la arquitectura industrial? Conócela desde dentro
A partir de la revolución industrial surgió la necesidad de fabricar y diseñar espacios grandes para instalar maquinaria y con suficiente espacio para que los trabajadores pudieran desarrollar su trabajo en las fábricas. Para estas fábricas se utilizaron grandes estructuras metálicas con cristal y hormigón armado.
Paralelamente, en esa época se construyeron estaciones de trenes, puentes y todo tipo de edificaciones, como hospitales o mercados. Fue todo un cambio de paradigma.
Podríamos resumir la arquitectura industrial en 5 cualidades: funcionalidad, eficiencia, sencillez, resistencia y flexibilidad en cuanto a materiales.
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Es un tipo de arquitectura más práctica, diseñada para un propósito. Por lo que la principal preocupación de los arquitectos es crear un espacio funcional. Se prioriza la funcionalidad al diseño.
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Teniendo en cuenta el propósito en este tipo de edificaciones, se busca optimizar el espacio y conseguir la máxima eficiencia posible. Tras la revolución industrial empezó a ser más necesario que nunca.
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En la arquitectura industrial se premia la sencillez, el minimalismo. Se busca construir fábricas y edificios que prioricen la funcionalidad y la eficiencia por encima de todas las cosas, por lo que no verás adornos superfluos o caros, porque no es en absoluto necesario. Digamos que este no es el propósito.
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Cuando se diseña siguiendo la arquitectura industrial se hace con materiales resistentes aptos para soportar peso y condiciones extremas, ya sea exposición a productos químicos o temperaturas adversas. Son materiales duros y resistentes.
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Es un tipo de arquitectura flexible en cuanto al uso de materiales, porque pueden utilizarse algunos como el acero, el cemento o el vidrio. Muchos de ellos populares y óptimos en relación calidad-precio. Es modular y las posibilidades que ofrece son infinitas.
¿Cómo reconocer un edificio de este estilo? Aprende a distinguir este tipo de arquitectura sobre otras técnicas
En los edificios hechos tras la revolución industrial no verás adornos o elementos decorativos que no son necesarios, que solo buscan decorar. Digamos que, en esta época se construía rápido y con materiales resistentes y de calidad, para tener fábricas donde poner a trabajar las máquinas a los trabajadores. Fue una época que lo cambió todo, que marcó un antes y un después.
Hay edificios de arquitectura industrial que siguen formas geométricas y asimétricas, que los puedes reconocer nada más verlos, porque sin duda nos transportan hacia esa manera de construir de la época. Al igual que empezaron a ser los primeros edificios modernos en dejarse ver.
También los puedes reconocer por los materiales que emplean. Normalmente, en esta época se utilizó mucho cemento y mucho acero, por sus cualidades. Lo que se buscaba era diseñar espacios resistentes y robustos, y sin duda así fue.
Edificios emblemáticos que son un ejemplo de arquitectura industrial, déjate sorprender
A la hora de viajar encontrarás numerosos edificios de arquitectura andalusí y la época de la revolución industrial. Estos son algunos de los ejemplos más cercanos:
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El Palacio de Cristal de Madrid, en 1887. En el Parque del Retiro se encuentra este precioso Palacio de Cristal, diseñado en 1887 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. Aunque se diseñó como un invernadero, hoy en día es una de las sedes de exposición del Museo de Reina Sofía.
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Torre Eiffel de París, 1889. Otro de los grandes iconos de arquitectura industrial es esta famosa torre diseñada por Gustave Eiffel. Pesa más de 10 mil toneladas y tiene 300 metros de altura. Hoy en día es un icono mundial.
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Estación de Atocha de Madrid, 1851. Otro ejemplo dentro del área de la ingeniería civil es la Estación de ferrocarril de Atocha de Madrid. Fue diseñada por Alberto Palacio y ampliada por el arquitecto Rafael Moneo.
¿Qué opinas de la arquitectura industrial? ¿Te resulta cautivadora o destacarías otro estilo arquitectónico antes?
