Las columnas y las vigas son partes clave en cualquier construcción. En concreto, las columnas de acero constituyen uno de los tipos más comunes de sustentaciones en las edificaciones actuales. Pero, para comprender su utilidad y las ventajas de usar el acero para el diseño de las columnas, hay que prestar atención primero a las demás alternativas, como sus homólogas de madera u hormigón armado. ¿Qué ofrece el acero en estos elementos constructivos que ninguno de esos materiales brinda?
Las columnas de acero son elementos constructivos que se realizan en la fábrica, aunque ocasionalmente en el terreno pueden realizarse sobre ellas modificaciones de cualquier clase. Por ejemplo fundaciones, que, de hecho, suelen ser más sencillas con las columnas de acero que con las de hormigón debido a su menor peso. Estas columnas de metal se componen de elementos muy similares a los de cualquier otra; los más importantes son los siguientes.
La construcción de columnas de acero se realiza mediante un procedimiento concreto y estandarizado. Estos son los pasos fundamentales a seguir.
En este punto es importante destacar la relevancia de un producto utilizado para dotar de una mayor consistencia a las columnas de acero. Se trata del grout, un mortero cementicio de alta resistencia que se coloca entre la placa y el pedestal.
Antes de distinguir entre los diferentes tipos de columnas de acero que existen en construcción, conviene saber que una columna se clasifica primero en función de la posición que ocupa en el lugar. Así, existen columnas aisladas o exentas, que como su propio nombre indica se encuentran separadas de los muros o de cualquier otro elemento de la edificación. Las columnas adosadas, por su parte, están yuxtapuestas al muro, mientras que las columnas embebidas se incrustan parcial y aparentemente en el cuerpo principal de la construcción.
Pero, en el caso de estos pilares de acero, es especialmente relevante la separación en dos tipos. Se trata de las columnas compuestas y mixtas.
Están conformadas principalmente por acero, aunque frecuentemente se opta por recubrirlas de hormigón para una mayor protección o por requerimientos estéticos. Se utilizan tanto en edificios altos como en los de menor altura.
Entre sus ventajas destacan su mayor capacidad de carga, una ductilidad ideal para zonas sísmicas, más resistencia al fuego y un mejor amortiguamiento. Su principal inconveniente tiene que ver con la dificultad para acortarlas si las mediciones previas no han sido tan precisas como es necesario.
Por su parte, las columnas de acero mixtas son las que se fabrican con una mezcla de hormigón y acero. Lo que se consigue es una capacidad aún mayor para soportar cargas y una potente resistencia al fuego. Todo esto hace que sean, en general, las preferidas por arquitectos, ingenieros y diseñadores.
En suma, las columnas de acero son una de las mejores alternativas de sustentación en la construcción actual. Y su uso cada vez se extiende más, debido principalmente a su componente estético.