En primer lugar, la cantidad de energía eólica que puede captar el generador para ser transformada posteriormente en energía eléctrica depende del área de barrido de sus palas. En la actualidad ya existen palas que superan los 80 metros de longitud, pero obviamente, para poder instalar unas palas de semejante tamaño en una estructura de aerogenerador es necesario dotar a la torre de una altura suficiente de tal manera que esta no suponga un obstáculo al giro de la pala por choque con ningún elemento cercano. Por tanto, dicho en pocas palabras: a mayor altura de la torre, mayor longitud posible de para las palas de rotor y mayor rendimiento (por superficie de barrido de estas).
Fotografía: Mediemluemmelediemluemmel (Pixabay)
Por otra parte, las corrientes de viento que se forman a grandes alturas son menos livianas, por lo que el recurso eólico asciende al ascender la altura, de tal forma que la producción de energía es mayor con una estructura más alta. Se calcula que la producción energética aumenta entre un 0,5% y un 1% por cada metro en altura.
Ante semejantes condiciones, no es de extrañar que la industria energética ya cuente con un aerogenerador que roza los 250 metros de altura. ¿Eres capaz de imaginarlo?
Este descomunal instrumento, que cuenta con el privilegio de ser la estructura energética más alta del mundo en la actualidad, está situado en Gaildorf (Alemania) y fue erigido entre 2015 y 2017 por la empresa Max Bögl Wind AG. Los datos que le otorgan semejante título son escalofriantes: únicamente la torre ya alcanza una altura de 178 metros, o lo que es lo mismo, la altura de la Sagrada Familia. Resulta difícil de creer, ¿verdad?... ¡Pues no es todo! La altura total de la estructura, incluyendo las palas alcanza los 246,5 metros, es decir, la misma altura que tiene el edificio Torre de Cristal de Madrid, el más alto de España.
Fotografía: miguelibars (Pixabay)
Este aerogenerador forma parte de un proyecto piloto que combina la energía eólica con el almacenamiento mediante bombeo cuya ejecución supuso una inversión de 81 millones de euros. Cada uno de los aerogeneradores del parque eólico del proyecto posee un depósito pasivo de agua en su base y una balsa situada debajo, de tal forma que en momentos de excedencia en la producción de energía por parte del generador, esta pueda usarse para bombear el agua de la balsa al depósito, quedando almacenada en este para que posteriormente pueda ser aprovechado el salto hidráulico que supone el movimiento del agua en dirección contraria.
El aerogenerador cuenta con una potencia nominal es de 3,4 MW cuenta con unos valores de generación anual de unos 10.500 MWh. Su torre está compuesta de hormigón y dos segmentos tubulares de acero y los depósitos de la base están conectados a la red eléctrica mediante tuberías de polietileno. La central de bombeo es capaz de cambiar de actividad entre consumo para bombeo y generación de energía eléctrica en 30 segundos y el sistema cuenta con una capacidad de almacenamiento de 70MWh.
Sin duda, ante las ventajas que reporta el crecimiento en altura de las estructuras de los aerogeneradores para el aprovechamiento energético, la tecnología eólica seguirá desarrollándose en esta dirección, pero ¿llegaremos a encontrar aerogeneradores que superen los 300 metros de altura? ¡Os mantendremos informados al respecto!
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