La relación entre el ser humano y la naturaleza siempre ha existido. Antes de que las ciudades se llenaran de grandes edificios e industrias, el hombre vivía en completa armonía con la naturaleza, se respiraba un aire limpio, el entorno estaba lleno de vegetación, y los ritmos de vida frenética no existían.
Hoy en día, esta conexión se ha visto afectada. Sin embargo, la arquitectura contemporánea está recuperando ese vínculo a través del diseño biofílico, una tendencia que busca integrar la naturaleza en los espacios construidos para mejorar la calidad de vida, la eficiencia energética y el bienestar general de las personas.
Es importante resaltar la diferencia entre los términos diseño biofílico y ecodiseño, si bien es cierto que pueden tener puntos en común, son dos conceptos totalmente diferentes. El diseño biofílico se centra en la conexión emocional y fisiológica entre el ser humano y la naturaleza. Busca crear espacios que promuevan el bienestar y la salud mediante la incorporación de elementos naturales dentro del entorno arquitectónico, por otro lado, el ecodiseño trata de minimizar el impacto ambiental mediante el uso de materiales reciclado, la eficiencia energética, la reducción de residuos, y la optimización del consumo de recursos naturales.
¿Qué es el diseño biofílico?
El término “biofilia” se traduce literalmente como “amor por la vida”. Uno de los primeros en hacer uso de este término fue el biólogo Edward O. Wilson para explicar la afinidad innata que las personas sienten hacia la naturaleza. A partir de entonces, el concepto se ha extendido al diseño, un enfoque arquitectónico que busca incorporar elementos naturales en los espacios construidos. Su objetivo es ayudar a que las personas se sientan mejor y reconecten con su entorno, pues está demostrado que los espacios naturales aumentan nuestro bienestar.
El diseño biofílico no se limita únicamente a la incorporación de espacios verdes o elementos naturales, sino que abarca una serie de estrategias que fomentan la interacción con la naturaleza de manera holística. Esto incluye la utilización de luz natural, la ventilación adecuada, el uso de materiales orgánicos y la creación de espacios que imiten las características de los ecosistemas naturales.
Principios del diseño biofílico
A la hora de hablar de principios de la arquitectura biofilica, hay que tener en cuenta tanto los elementos naturales del ambiente biofisico (como el aire, la luz, el agua y las plantas) junto con los elementos construidos por el ser humano. Un ejemplo de ello son los jardines verticales, los patios interiores que favorecen la circulación del aire, la orientación de los edificios para maximizar la entrada de luz natural o el uso de materiales locales y reciclables.
Hablemos entonces de los principios del diseño biofílico:
- Conexión con la naturaleza.
- Iluminación natural y ventilación.
- Espacios verdes y elementos acuáticos.
Conexión con la naturaleza
Esta conexión se manifiesta a través de diversas estrategias que tienen como finalidad incorporar elementos naturales en los espacios arquitectónicos, promoviendo así un ambiente que favorece el bienestar físico y psicológico de los ocupantes.

Algunas de estas estrategias para fomentar esta conexión son las siguientes:
- Visualización de elementos naturales: vistas panorámicas de paisajes, jardines, cuerpos de agua… La incorporación de grandes ventanales, balcones y terrazas en el diseño arquitectónico permite a los ocupantes experimentar la naturaleza de manera directa.
- Elementos acuáticos: el sonido del agua y su movimiento generan una sensación de tranquilidad y bienestar. Un ejemplo de esto es el Jardín de la Fundación Louis Vuitton en París, donde las aguas reflejantes y los estanques crean un ambiente sereno que invita a la contemplación.
- Integración de espacios verdes: jardines verticales, los techos verdes y los patios interiores son ejemplos de cómo se puede integrar la vegetación en el diseño arquitectónico.
- Espacios para la interacción social: Áreas de descanso al aire libre, plazas y parques invitan a las personas a disfrutar de la naturaleza y a interactuar entre sí. El High Line en Nueva York es un ejemplo emblemático de cómo un espacio urbano puede transformarse en un parque elevado que promueve la conexión social y la apreciación de la naturaleza.
Iluminación natural y ventilación
La arquitectura sola no solo reduce el consumo eléctrico. Aumenta la productividad, regula el reloj biológico y mejora la salud ocular y emocional. Por ello, el diseño biofílico busca maximizar la entra de luz natural y asegurar una ventilación cruzada que mantenga el aire fresco y limpio durante todo el día.

Espacios verdes y elementos acuáticos
La incorporación de vegetación y agua en el entorno construido tiene múltiples beneficios. Las plantas filtran contaminantes, producen oxígeno y ayudan a regular la temperatura. El agua, por su parte, añade humedad al ambiente, mitiga el ruido y crea una sensación de calma que ha sido documentada en estudios de neuroarquitectura.
Ejemplos como los jardines verticales, techos verdes, biopiscinas o fuentes interiores no solo embellecen un espacio: lo transforman en un sistema vivo. Además, su implementación mejora la eficiencia energética, reduce la huella de carbono y aporta valor inmobiliario. El diseño biofílico, en este caso, actúa como un puente entre la ecología y la ingeniería.

Beneficios del diseño biofílicos
El diseño biofílico no es solo una tendencia, es sentirse bien en cada rincón. Integrar la naturaleza en espacios interiores reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y potencia la concentración.
Y es que, en un mundo cada vez más digitalizado y urbanizado, las personas pasan cada vez más tiempo encerrados mirando sus pantallas. Esta desconexión con el entorno natural ha dado lugar a lo que hoy se conoce como “El síndrome de la deficiencia de Naturaleza (SDR)”, un fenómeno que afecta tanto al bienestar físico como mental de las personas. Frente a este reto, la arquitectura biofílica se presenta como una solución eficaz.
Se ha demostrado que la presencia de elementos naturales, con las plantas y la luz natural, aportan múltiples beneficios físicos:
- Mejora la calidad del aire.
- Reduce la presión arterial.
- Fomenta la actividad física.
Y, ¿Cómo interfiere en la salud mental?:
- Reduce el estrés.
- Mejora el estado de ánimo.
- Aumenta la concentración y la atención.
El diseño biofílico no solo afecta la salud física y mental, sino que también contribuye al bienestar emocional de los individuos:
- Fomento de la creatividad.
- Sensación de pertenencia y conexión.
- Aumento de la felicidad.
5 ejemplos de diseño biofílico
Desde grandes rascacielos verdes ubicados en el corazón de la gran manzana (Nueva York) hasta campus corporativos inmersos en bosques, estos cinco proyectos demuestran la presencia en la arquitectura contemporánea del diseño bifilico.
Apple Park – California, EE.UU
El campus de Apple en Cupertino es un ícono del diseño biofílico a gran escala. Su estructura circular evoca formas orgánicas, cuenta con amplios ventanales para maximizar la luz natural y está rodeado por un bosque de más de 9.000 árboles autóctonos. Este entorno natural favorece el bienestar físico y emocional de los empleados, al tiempo que reduce el consumo energético mediante iluminación y ventilación natural.
Bosco Verticale – Milán, Italia
Las torres residenciales del Bosco Verticale son un referente mundial en arquitectura sostenible. Cada balcón está poblado de árboles y plantas que conforman un auténtico bosque vertical. Esta vegetación no solo embellece el paisaje urbano, sino que también purifica el aire, atenúa el ruido y regula la temperatura, creando un microclima saludable para sus habitantes.
The spheres (Amazon) – Seattle, EE.UU
Ubicadas en el centro corporativo de Amazon, estas tres esferas de vidrio albergan más de 40.000 plantas de distintos ecosistemas. Este oasis natural dentro de la ciudad tiene como objetivo estimular la creatividad, reducir el estrés y mejorar el rendimiento laboral de los empleados mediante la inmersión sensorial en la biodiversidad.
Second Home – Lisboa, Portugal
Este espacio de coworking ha sido diseñado con una visión clara: conectar a las personas con la naturaleza. Sus interiores incluyen miles de plantas, materiales ecológicos y techos de vidrio que permiten el ingreso de luz solar durante todo el día. El resultado es un entorno laboral que promueve la concentración, la productividad y el equilibrio emocional.
Conclusión
Esta integración de naturaleza y diseño no solo mejora la calidad de vida, sino que también representa el futuro del diseño arquitectónico. Si quieres especializarte en esta línea y dominar herramientas clave como BIM, te recomendamos el Máster BIM en Diseño Avanzado en Arquitectura e Interiores de Structuralia.