Latinoamérica ya está adoptando la filosofía SMART y lo está demostrando en sus ciudades y edificios.
Es evidente que en las últimas décadas Latinoamérica está atravesando un proceso cada vez más intenso de migración desde las adyacencias y espacios extra-urbanos hacia las ciudades. Se calcula que para 2050 el 90 % de los latinoamericanos ya estarán viviendo en ciudades.
Con este conocimiento, podemos decir que es la oportunidad perfecta para desarrollar y preparar las ciudades para este crecimiento tan abrupto, evitando que se haga de manera informal y desmedida. Un crecimiento inteligente de la ciudad les permitirá, no solo salvaguardar el medio ambiente, sino que brindará a sus habitantes una vida más sana, cómoda y sostenible. Y en este sentido las ciudades y los edificios inteligentes son el camino a seguir.
Lo cierto es que ya hay ciudades en Latinoamérica que empiezan a internalizar estos criterios y aplicarlos en su desarrollo y en su crecimiento. Ciudades como San Pablo en Brasil o Ciudad de México en México, han sido las primeras en aplicar la tecnología inteligente en la supervisión en tiempo real para el tráfico, los delitos, y la gestión urbana dentro de sus áreas metropolitanas.
Por otro lado, en Medellín, Colombia se ha desarrollado un centro de alta tecnología en las afueras de la ciudad, donde se agrupan más de la mitad de las empresas dedicadas a tecnologías de la información y comunicación. Y Santiago en Chile, ya se presenta como la ciudad más inteligente de Latinoamérica, poniendo en práctica un proyecto equipado con todo tipo de sensores de monitoreo a lo largo y ancho de la ciudad, lo que permite gestionar su actividad con datos en tiempo real.
De la misma manera en la que podemos evidenciar el crecimiento de aplicaciones de tecnologías SMART en las ciudades latinoamericanas, el sector privado empieza a internalizar esta nueva filosofía. Logrando así, potenciar las mejoras a nivel tecnológico, incluyéndolas dentro de los nuevos desarrollos de edificios en las regiones metropolitanas. Algunos ejemplos de estos edificios son:
Implica un importante desarrollo de usos mixtos en el corazón de la colonia Condesa en la Ciudad de México. Esta propiedad cuenta con una torre de oficinas, un centro comercial y una parte residencial, llevando a cabo de manera muy eficiente el concepto de vivir, trabajar, y disfrutar en el sitio.
Puerto Madero es el barrio más nuevo y vanguardista de la ciudad de Buenos Aires, y este proyecto pretende ser la punta de lanza para un barrio inteligente, lleno de cultura, gastronomía y diseño. Estas dos torres de 30 pisos cada una, que condensan comercio, oficinas, hotel, diseño, cultura y sostenibilidad. Serán la imagen viva del futuro de la ciudad de Buenos Aires.
Este edificio ocupa espacio en la ciudad ya conocida como mini Dubái, ya que se ha convertido en los últimos años en un punto de concentración para edificios de gran desarrollo vertical. Pero en particular, el Pacífic Center, que cuenta con más de 200.000 m² de centro comercial, oficinas, hospital y hotel, resalta por su equipamiento tecnológico de vanguardia.
En estos ejemplos, se puede observar como Latinoamérica, tal vez no con el ritmo deseado, está encaminada hacia una nueva forma de pensar la ciudades, acorde con la sostenibilidad y el bienestar de la sociedad. Se augura para la parte sur del continente americano un fuerte desarrollo en el sector tecnológico, que se verá reflejado en el crecimiento inteligente de las ciudades.