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La cadena del gas natural

Escrito por Structuralia Blog | 22-jun-2016

El gas natural se utiliza desde hace muchos años y su rápido crecimiento obligó a desarrollar una serie de técnicas adecuadas para su transporte hasta los puntos de consumo de forma económica y en las máximas condiciones de seguridad.

El principal inconveniente se encontraba en que los puntos de suministro y de consumo cada vez se encontraban más alejados, necesitando superar grandes distancias que en ocasiones incluían la presencia de mares y océanos. Existen distintos métodos para el transporte del gas natural, y uno de los más habituales es la construcción de numerosos gasoductos a lo largo y ancho del planeta, tanto terrestres como submarinos.

Sin embargo, para distancias muy grandes, el coste de los gasoductos no resulta rentable. Para resolver este problema la solución adoptada fue transportar el gas en estado líquido (gas natural licuado o GNL). El gas natural licuado se obtiene cuando el gas natural se enfría hasta una temperatura de -161 ºC a presión atmosférica condensado en fase líquida. Así su volumen se reduce en 600 veces, facilitando enormemente su transporte en grandes cantidades.

El proceso de transporte del gas natural desde el país exportador al importador transformándolo en gas natural licuado recibe el nombre de “cadena del gas natural”.

Los principales elementos que componen la cadena del gas natural son los siguientes:

  • Un yacimiento de gas, que puede encontrarse tanto tierra adentro o como en el mar.
  • Un gasoducto, que será necesario para el transporte del gas que se haya extraído del yacimiento.
  • Una planta de licuación situada en la costa del país exportador.
  • Barcos metaneros (denominados así por el metano, componente con mayor proporción en la composición del gas natural) que estén acondicionados para el transporte marítimo del gas natural licuado.
  • Una planta de recepción, almacenamiento y regasificación en la costa del país importador.
  • Una red de transporte y distribución que haga llegar el gas natural a los usuarios finales.

Las plantas de licuación o licuefacción son complejos en los que se procesa el gas para convertirlo en gas natural licuado, permitiendo así su transporte en buques metaneros. La temperatura tan baja del gas natural licuado se consigue mediante máquinas que realizan ciclos termodinámicos inversos.

Los metaneros son los buques empleados para el transporte del gas natural licuado. Estos están específicamente diseñados para transportar el GNL en condiciones óptimas de seguridad, contando con doble casco y fabricados en materiales de calidades muy altas. El coste de construcción de un buque de estas características puede ser del doble de un petrolero y la tripulación de los barcos metaneros tiene que tener una alta cualificación. Este tipo de buques alcanzan una velocidad de 19/20 nudos.

Las plantas de regasificación son las instalaciones que reciben el GNL, para ser vaporizado y posteriormente enviado a los consumidores finales, es decir, en este tipo de plantas se realiza el proceso contrario que se produce en las de licuación. Por tratarse de un líquido a temperaturas criogénicas y por la naturaleza combustible del gas natural, se imponen extraordinarios requerimientos de seguridad y calidad en el diseño y construcción de las instalaciones.

Según esto, la creación de una cadena de gas natural licuado requiere de grandes inversiones. La cadena de costes del transporte es de tipo acumulativo o “cost plus” y requiere largos periodos de amortización, de unos 20 o 25 años, por lo que se crean vínculos a largo plazo entre compradores y vendedores del gas natural.

Con todo, el comercio del gas natural licuado ha experimentado un gran crecimiento y se estima que este crecimiento seguirá aumentando en los próximos años.

 

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