La nueva terminal del aeropuerto de Pekín, en China, que estará disponible en pocos años, será la terminal aérea de pasajeros más grande del mundo, esperando que se adapte a la creciente demanda de transporte aéreo de la capital china, aliviando las situaciones de congestión del actual aeropuerto internacional, que está excediendo su capacidad a pesar de ser uno de los mayores aeropuertos del mundo.
El impresionante edificio tendrá forma de estrella, disponiendo de 6 brazos que se unirán en un patio central y contará con una superficie de 700.000 metros cuadrados, siendo capaz de gestionar a unas 125.000 personas al día. El motivo de su construcción es la creciente demanda de transporte aéreo de la ciudad.
Esta terminal se convertirá, además, en un centro de comunicación de esta ciudad, destinando una superficie de 80.000 metros cuadrados a una red de transportes multimodal, que conectará la terminal con diferentes puntos de la ciudad, incluyendo hasta tren de alta velocidad.
Para hacer realidad el proyecto se realizará una inversión de 79.980 millones de yuanes, lo que equivale a unos 13.000 millones de dólares. Se estima que el nuevo aeropuerto dotará de empleo a un gran número de personas, 300.000 empleos directos y más de un millón indirectos. Del diseño de esta terminal se han encargado ADP Ingenierie y Zaha Hadid Architects.