Alcanzar los resultados esperados en una empresa requiere de un proceso estructurado para ejecutar las acciones necesarias para el éxito, con este fin se implementan los procesos PMI. Te contamos qué son y cómo aplicarlos en la dirección de proyectos.
Los procesos PMI son acciones y actividades interrelacionadas que se ejecutan en el transcurso del Ciclo de Vida del proyecto, para lograr conseguir los objetivos deseados. La guía elaborada por el Project Management Institute (PMI) reúne estos procesos en diferentes categorías para que así, quienes se dedican a la Dirección de Proyectos, los reconozcan y ejecuten para mejorar las actividades y los resultados empresariales.
Los grupos de procesos PMI están relacionados el uno con el otro por sus respectivas entradas y salidas. Según el PMBOK (Project Management Body of Knowledge), como guía de orientación y buenas prácticas, la gestión de proyectos se realiza a partir de 5 subgrupos de procesos:
En esta primera etapa ocurre la definición del proyecto, incluyendo la autorización para comenzar o no. Además, se define un alcance inicial, que incluye un acercamiento a la estimación de costes. Es importante definir en qué consistirá el proyecto y exponer una justificación apropiada a los interesados y a la empresa, una vez que el valor del plan y la viabilidad se consideren pertinentes, será aprobado.
La finalidad de estos procesos es aclarar los objetivos fijados, planificando las acciones que se requieren para llevarlos a cabo. Las actividades aumentan y son más específicas, entre las tareas a realizar en este subgrupo se encuentran:
Elaborar el plan de gestión.
Definir el ámbito de aplicación.
Definir el calendario de actividades.
Identificación de riesgos.
En la ejecución, el director del proyecto define los pasos a seguir, coordinando los recursos humanos y los materiales, motivando a las partes implicadas en el proyecto. Los involucrados deberán reunirse para aclarar responsabilidades, objetivos y la forma como las tareas están interrelacionadas.
Aquí se mide y supervisa regularmente el avance del proyecto. En este punto es importante reconocer cuánto se ha avanzado y cuánto falta aún para alcanzar el objetivo planteado.
En este subgrupo de procesos todavía es posible hacer cambios, siempre y cuando no haya variaciones significativas. Se llevan a cabo actividades como el seguimiento de las etapas de trabajo, el control de cambios, el control de riesgos y costos, entre otros.
Finalmente, en el cierre se esperan obtener una serie de resultados, principalmente son:
Aceptación por parte del cliente/usuario final.
Consecución de los objetivos.
Objetivos del proyecto alcanzados.
Debido a que, en la gestión empresarial, unas buenas bases son el fundamento para un proyecto exitoso, una buena planificación facilita la obtención de los resultados esperados. Será importante que prestes especial atención a este proceso, ya que puede facilitar el resto de las etapas, o, por el contrario, obstaculizar el camino.
En conclusión, los subgrupos de procesos PMI y lo referente a aquellos son una herramienta fundamental en la dirección de proyectos, pues tal guía de procedimientos contribuye a alcanzar los resultados esperados en una empresa. Esta temática se aborda en profundidad en los másteres ofrecidos por Structuralia, la escuela de formación líder en el mundo de habla hispana en los sectores de la Construcción, Infraestructuras, Energía e Ingeniería. Encuentra aquí la posibilidad de enriquecer tu perfil profesional con el Máster MBA en Dirección de Empresas y Gerencia en Proyectos de Ingeniería Construcción o el Máster en Dirección de Proyectos Internacionales.