La empresa ecuatoriana Coca Codo Sinclair y la asiática Sinohydro, líder en grandes obras de infraestructura en China, están acabando los trabajos de lo que será la mayor planta de generación hidroeléctrica de Ecuador. Las obras comenzaron en julio de 2010 y se prevé estén concluidas en 2016. Con una inversión de 1.800 millones de euros, financiados por capitales chinos y nacionales, el proyecto Coca Codo Sinclair permitirá a Ecuador generar su propia energía eléctrica y migrar a una fuente de abastecimiento limpio y renovable.
La planta, con una potencia de 1.500 megavatios, ocupa una superficie total de 3.700 kilómetros cuadrados. Se ubica en el noreste del país, en la confluencia de los ríos Quijos y Salado, aprovechando el potencial hídrico de su encuentro con el río Coca y una caída natural de 620 metros de altura.
Las obras incluyen un área de captación que recibirá 222 metros cúbicos de agua por segundo y dirigirá el caudal hacia 8 cámaras desarenadoras, un túnel de conducción de 25 kilómetros de longitud y 9 de diámetro que conectará con el embalse compensador, de 800.000 metros cúbicos de capacidad; desde allí las tuberías de presión salvarán la diferencia de altura hacia los 8 grupos turbogeneradores de 187.5 megavatios cada uno. El agua impactará en las turbinas a una velocidad de 95 m/s y retornará al río por el túnel de descarga.
Este gran proyecto de infraestructura hidráulica, sin precedentes en la historia de Ecuador, ha generado más de 7.000 empleos directos y 15.000 indirectos, y ha conseguido reducir al mínimo el impacto medioambiental gracias al emplazamiento de las obras, en su mayoría subterráneas, y de la puesta en marcha de un plan de protección de los bosques y saneamiento de las aguas.