El concepto bioclimático se refiere a la relación del ser humano con el clima. Por ello, la arquitectura bioclimática no es otra que aquella que armoniza la construcción de edificios con el respeto al medio ambiente.
A diferencia de lo que se pueda pensar no es una idea vanguardista, sino que se ha utilizado a lo largo de la historia aunque no se denominase de esta forma.
Como ejemplo tenemos el caso de Grecia, en el siglo V a.C., que ya orientaban las casas hacia el sur para mejorar el soleamiento o en el siglo XVI en Europa en el que se construía para favorecer la ventilación natural de los edificios.
A continuación vamos a ver algunas de las características que se han de tener en cuenta en la arquitectura bioclimática:
Entendemos por soleamiento a la incidencia del sol en espacios interiores o exteriores de un edificio para alcanzar un bienestar térmico. Para ello será necesario el estudio del movimiento del sol y la radiación solar y el cálculo de las sombras que se generan.
Como su propio nombre indica, el bienestar higrotérmico es aquel que permite un confort térmico en un edificio. Para lograrlo se tendrá que estudiar la psicometría de la construcción, es decir, las características termodinámicas del aire húmedo.
Es aquel que permite obtener condiciones de bienestar sin el uso de elementos mecánicos para ello. Algunas de las medidas que se pueden tomar son: posición, forma y orientación de la edificación, modificaciones del terreno, plantación de vegetación, etc.
Una vez hemos visto qué características posee una construcción bioclimática, vamos a ver tres ejemplos de edificios en España que las cumplen:
La Sede Central del Ente Regional de la Energía de Castilla y León, impulsor del ahorro y eficiencia energética de la región, quiso dar ejemplo al ser uno de los primeros edificios de uso administrativo que utilizaron el concepto de arquitectura bioclimática.
El edificio cuenta con una orientación sur que permite la incidencia del sol desde las primeras horas del día, haciendo que entre la fachada Sur (captadora de energía) y la fachada Norte (aislante) exista 10 grados de diferencia.
Además, tanto en la fachada como en la cubierta se colocaron instalaciones de energías renovables y para la generación de calor se utiliza una caldera de alto rendimiento con bajas emisiones de CO2.
Todo ello hace posible una reducción del 50% en el consumo térmico anual del edificio, un ahorro energético de un 30% y la disminución de las emisiones de CO2 en 55 toneladas.
Edificio EREN en León. Imagen: Energynews
Finalizado en 2018, la Torre Bolueta está considerado el edificio Passivhaus más alto del mundo con sus 88 metros de altura. Se trata de un edificio residencial de 28 plantas que contiene 171 viviendas de protección oficial.
El recubrimiento exterior está formado por piezas dobles de aluminio entre las que se coloca material ignífugo y reforzado con lana de mineral de roca para mejorar el aislamiento. Además, en el interior del edificio se ha implantado un sistema de renovación de aire que garantiza la aparición de olores y polvo.
Para obtener el estándar Passivhaus, ha tenido que cumplir los exigentes requisitos que se piden, entre los que se encuentran tener una demanda de calefacción menor a 15 Kh/m2a y una carga de calefacción menos a 10W/m2.
Torre Bolueta. Imagen: Torre Bolueta por Xabier bajo licencia CC BY-SA 4.
En este caso nos encontramos con un edificio que no es de nueva construcción, sino que se realizó una ampliación y una rehabilitación ambiental del ya existente siguiendo los criterios de la arquitectura bioclimática.
Una vez finalizados los trabajos, en los que se utilizaron materiales renovables y reciclados, se consiguió reducir en un 60% el consumo de energía, consiguiendo así obtener el certificado LEED-Oro.
También cabe destacar el jardín vertical de 1.000 metros cuadrados que cubre la fachada, utilizando más de 33.000 plantas autóctonas, que permiten el paso de la luz en invierno y lo protegen del calor en verano.
Palacio de Congresos de Vitoria-Gasteiz.
En conclusión, la construcción de edificios sostenibles y respetuosos con el medio ambiente será una constante en los próximos años, y por ello será necesario tener los conocimientos necesarios para poder tomar parte en este tipo de proyectos.