La ingeniería inversa es un método de investigación que llevamos los humanos integrados en nuestro ADN, aquí te explicamos el por qué.
¿Qué es la ingeniería inversa? ¿Es ética?
Quién puede decir que no ha sucumbido ante el impulso natural de desarmar algún electrodoméstico, algún juguete o pieza extraña; de niños no tenemos mucha idea de que vamos a conseguir, pero está claro que la curiosidad es parte de la naturaleza humana, sobre todo siendo tan ingenuos. Lo que seguramente no sabemos de niños, es que estamos aplicando la ingeniería inversa, y estamos aprendiendo de la mejor manera posible sobre el funcionamiento de las cosas que nos rodean.
La ingeniería inversa aplicada a un ambiente profesional, no dista mucho de desarmar una radio para saber cómo funciona, y de hecho, es una práctica común en el sector de la ingeniería de productos; pero que ha migrado y se ha intensificado su uso en el desarrollo de Software y Hardware. Se trata de deducir, a través, del razonamiento abductivo los principios técnicos y funcionales de un producto, con el objetivo de cierta manera replicarlo para lograr un producto nuevo, o compatible con el original.
Razonamiento abductivo
Naturalmente la base de un concepto como la ingeniería inversa nace del ámbito filosófico del razonamiento, donde se habla de tres tipos principales de razonamiento: el deductivo, el inductivo, y el abductivo. El deductivo, se considera un modo básico de pensamiento que progresa desde las causas hacia los efectos, en otro modo de decirlo, desde lo universal hacia lo particular; el inductivo es aquel que recorre el camino de manera inversa al deductivo, de lo particular hasta lo universal. Finalmente, el abductivo es aquel que se maneja a través de hipótesis y conjeturas que se permiten distar de la premisa.
Retrato de Charles Sanders Peirce, elaborador del concepto de abducción. El País.
¿Qué se consigue con la ingeniería inversa?
Se recurre a la ingeniería inversa para la investigación y desarrollo de productos, a través de estudiar detalladamente su funcionamiento, ya que es muy común que softwares y productos de todo tipo resguarden sus secretos técnicos, a pesar de estar protegidos por derechos de autor y patentes igualmente. Lo cierto es que no se trata de replicar un producto, esta técnica se utiliza sobre todo para crear productos compatibles o accesorios para otros, o solo con el propósito de aprender de ellos para crear otros totalmente diferentes.
¿Es ético aplicar la ingeniería inversa a un producto?
La ingeniería inversa, ciertamente puede ser considerada un método, cuánto menos, polémico en cuanto a sus principios. Seleccionar un producto, que pudiera ser de la competencia, para desgranarlo y adquirir suficientes conocimientos para poder replicarlo, puede generar cierta apariencia de competencia desleal. Pero lo cierto es que las leyes y patentes suelen proteger muy bien a cualquier tipo de producto, por lo que, el objetivo de la ingeniería inversa no debe ir encaminado a replicar un producto, si no a generar nuevas ideas o productos complementarios al estudiado. Y los ingenieros deben tenerlo en cuenta para ser valorados como buenos profesionales.
La técnica de la habitación limpia
Uno de los casos que disparó la discusión sobre qué tan ético es aplicar la ingeniería inversa sobre un producto, fue el de IBM y Phoenix Technologies, y la técnica de la habitación limpia. En los 80`s, IBM dominaba por mucho el mercado de los ordenadores personales con su IBM PC gracias a sus BIOS; y la empresa dueña del monopolio se encargaba de amenazar legalmente a cualquier competidor que intentara clonar su sistema. Así que Phoenix Technologies, creó dos grupos de ingenieros desvinculados totalmente entre ellos, donde uno de ellos se encargó de estudiar a profundidad el BIOS de IBM para transmitirlo al segundo grupo sin mencionar aspectos técnicos del código, y que pudieran crear un sistema que se comportara igual programado desde cero. De esta forma no había ninguna restricción legal o de patente que pudiera afectar a Phoenix Technologies.
En conclusión, puede que la ingeniería inversa pueda llegar a tener ciertas contradicciones morales y éticas, pero sin duda es un método muy importante para el desarrollo de nuevos productos innovadores. Bien aplicada, y bajo pretextos de genuinas intenciones de innovar, y mejorar productos existentes, es una herramienta que desbloquea posibles monopolios, sobre todo en el sector del software y el hardware, y que puede ser el punto de partida para el próximo producto revolucionario del mercado.
