La historia de la Ingeniería Civil se remonta al momento en el que la humanidad renunció a la vida nómada y se estableció en una residencia fija. Se estima que esto pudo ocurrir entre el 4.000 y el 2.000 a.C. en el Antiguo Egipto y Mesopotamia.
En este sentido, con la creación de las ciudades aparece la necesidad de construir infraestructuras que faciliten la convivencia. Por ello se crean las calzadas, los sistemas de gestión de agua, puertos o presas.
Sin embargo no es hasta mediados del siglo XVIII cuando definitivamente se adopta el término de Ingeniería Civil para aquella que tenía usos civiles para diferenciarla de la ingeniería militar.
A continuación vamos a hacer un breve repaso de las disciplinas más importantes que a lo largo de la historia han pasado a formar parte de la ingeniería civil
En ella se engloban todas las actuaciones que estén relacionadas con sistemas de transporte y al estudio del tránsito. Dentro de esta especialidad podemos encontrar principalmente las llamadas obras lineales: carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos.
Asimismo, el análisis del tráfico también pertenece a esta disciplina en la que se estudia, entre otras cosas, el modelado del tráfico, la seguridad vial, la movilidad en la ciudad o el transporte público.
Enlace viario en Malasia.
La vida del ser humano siempre ha estado ligada al agua, y por lo tanto, su control fue imprescindible para la supervivencia. Es por ello que la ingeniería del agua nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra historia.
Dentro de esta disciplina podemos diferenciar entre dos funciones principales. En primer lugar, tenemos la ingeniería sanitaria, encargada de los sistemas de abastecimiento de agua potable, la red de alcantarillado y las plantas de tratamiento de aguas.
Por otro lado tenemos las grandes infraestructuras hidráulicas en las que se encuentran las presas, los diques, los canales y las esclusas. En el caso de las presas, también se incluye la generación de energía por medio de las centrales hidroeléctricas.
Presa de Kölnbrein en Austria.
La ingeniería estructural es una parte fundamental en los proyectos constructivos que se llevan a cabo, por lo que está presente, por ejemplo, en la construcción de edificios, puentes, túneles o presas.
Su finalidad es la de diseñar y calcular los elementos que componen una infraestructura para que, cumpliendo con la normativa vigente, resistan las solicitaciones a las que estarán sometidas durante su vida útil.
Vista aérea de la construcción del rascacielos The Exchange 106 en Malasia.
El estudio del terreno donde se va a realizar una infraestructura es vital en el desarrollo de un proyecto constructivo. En función de la geología y topografía, de la resistencia de los materiales, o de la ausencia o la aparición del agua, entre otras cosas, el proyecto puede cambiar totalmente.
Por lo tanto, el estudio de las propiedades del suelo que se lleva a cabo en la Geotecnia estará presente en todas las obras que se realicen, como por ejemplo en túneles, estabilidad de taludes, cimentaciones, estructuras de contención, etc.
Armadura de una cimentación.
En conclusión, los ingenieros civiles tienen un gran número de campos de actuación, lo que hace que dicha profesión haya sido fundamental para el avance de los seres humanos a lo largo de toda la historia.