El vibrado del hormigón es un proceso que asegura que el mismo llegue a todos los rincones del encofrado y mejora la homogeneidad de la mezcla.
Una de las cosas que hace al hormigón un material tan versátil dentro del mundo de la construcción es la posibilidad de elaborarlo y prepararlo in situ. Por otro lado, esto es un factor de riesgo, ya que las condiciones en la obra no suelen ser las mejores y, ni de lejos se equiparan a las de una fábrica prefabricadas de hormigón. Por ello debemos estar muy atentos de que el hormigón en obra se prepare correctamente y respetando todos los procesos que aseguran un buen resultado, uno de esos procesos es un buen vibrado del hormigón.
Vibrado del hormigón con aguja. Fuente: Revista Construir
El vibrado del hormigón es uno de aquellos procedimientos que se piensa que no son indispensables cuando se elabora el hormigón en obra, pero es un paso fundamental para hacer que el hormigón sea más eficiente y duradero en el tiempo. La idea del vibrado es eliminar cualquier vacío que pueda existir en la mezcla, haciendo subir el agua excedente hacia la parte superior y dejando al hormigón más denso y homogéneo.
Este proceso se puede realizar de dos maneras: externa e interna:
En este método se utiliza un vibrador eléctrico o mecánico operado por una sola persona, que va sumergido en el interior de la mezcla de hormigón y hace vibrar desde la parte inferior lentamente hasta la parte superior de la mezcla.
Por el contrario, en este caso el vibrado se lleva a cabo desde el exterior del encofrado, con un vibrador eléctrico o mecánico que se sujeta a la superficie del encofrado. Éste proceso requiere de una formación previa, ya que es muy delicado y difícil de ejecutar correctamente, dejando, de lo contrario, anomalías en la mezcla.
Vibrador externo de hormigón. Fuente: Directindustry
En cualquier tipo de trabajo que realicemos, contar con la maquinaria adecuada nos va a facilitar la ejecución de dicho trabajo, además de asegurar en lo posible un mejor resultado. El vibrado del hormigón no es la excepción, contar con una aguja vibradora, una regla vibradora, o incluso, con un vibrador externo de buena calidad y adecuado para la tarea nos va a acercar a tener un buen resultado.
Sin embargo, una buena maquinaria no lo es todo, es muy importante saber utilizar una aguja de vibrado para hormigón. Esta se debe introducir de forma vertical y rápida, asegurándonos de llegar a la profundidad deseada, para evitar que la capa superior se compacte y deje el aire atrapado en el fondo de la mezcla; finalmente, se debe extraer el vibrador con calma en un ángulo inclinado para no dejar marcas en la superficie.
De forma empírica, una buena regla es saber que el radio de acción es cuatro veces el diámetro de la punta del vibrador. Lo correcto es tratar de solapar el radio de acción con cada vibrado del hormigón, facilitando una compactación mucho más efectiva, y buscando crear una mezcla homogénea.
Parte del propósito del vibrado del hormigón es reorganizar los componentes internos de la mezcla o masa, evitando usar la aguja del vibrador para mover elementos puntuales dentro de la misma, como los agregados. Se recomienda tener mucho cuidado de no utilizar de forma incorrecta la herramienta y tener cuidado con no golpear el encofrado.
Ya que el vibrado del hormigón se realiza en un momento muy específico, se recomienda incluir en el equipo de trabajo implementos eléctricos o a gas provisionales, como un convertidor o generador, una aguja de alta frecuencia, o un vibrador excéntrico en caso de imprevistos.
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