El 40 % de las emisiones de CO2 del planeta provienen de la construcción. Una persona produce 1 kg de basura diariamente. Las botellas de plástico (PET) tardan cientos de años en descomponerse. Una alternativa para reutilizarlas y reducir su impacto sobre el medioambiente es usarlas como material de construcción.
Las viviendas construidas con botellas de plástico surgieron hace ya más de una década y ha resultado ser una alternativa económica y ecológica a la construcción convencional. Otra idea es utilizar botellas de vidrio, consiguiendo un efecto más luminoso.
Un material accesible y una sencilla técnica han facilitado la proliferación entre familias y comunidades con bajos recursos. El resultado es una vivienda digna, de estructura muy resistente, bajo peso, con unas condiciones térmicas y de habitabilidad adecuadas y que puede realizarse en tan solo 15 días, pero que además fomenta la solidaridad y los lazos dentro de la comunidad ya que fundamentalmente la formación se imparte por el método aprender haciendo.
El proceso comienza con la recolección de las botellas que son rellenadas con material de desecho: papel, bolsas de plástico, arena, escombros finos o tierra. Las botellas se colocan perpendiculares al muro que, en unos casos será recubierto con una malla y estuco, y en otros mantendrá a vista el innovador material utilizado.
Para cada metro cuadrado se necesitan aproximadamente 81 botellas de dos litros. La única condición que se requiere es que las botellas no estén aplastadas ni tengan tapa. Es importante que las botellas dispongan de un orificio para que el material de relleno pueda respirar.
La idea nace como una manera de fomentar el reciclaje en empresas, con la sorprendente incorporación de otros sectores como el académico, el gobierno o la sociedad civil.
Reconocido por las Naciones Unidas como uno de los 10 mejores proyectos ambientales, organizaciones como la ONG OMIS (Organización Multidisciplinaria para la Integración Social), que desarrolla proyectos en Bolivia y Uruguay a través de la Dra. Ingrid Vaca Diez y su propuesta "Casas de Botellas", y escuelas como la colombiana ORGANIZMO, bajo la dirección de Ana Mª Gutiérrez, divulgan esta técnica a alumnos que acuden de todo el mundo.