la apuesta energética de Japón. ¿Una posibilidad de futuro?

14-jun-2018
Structuralia Blog

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La apuesta de Japón por el desarrollo de tecnología específica para la extracción del “hielo combustible” del fondo submarino como nuevo material estrella para su sector energético parece ser bastante sólida. A continuación, te contamos un poco más acerca de este material y este proyecto. 

Desde que se dio por finalizada la Segunda Guerra Mundial, Japón ha visto afianzado su rol como una de las principales economías mundiales, hecho no exento de mérito si tenemos en cuenta que se trata de un país que no cuenta con yacimientos importante de petróleo, carbón o gas natural y que ha reducido ampliamente su apuesta por la energía nuclear tras el accidente acontecido en la central de Fukushima en 2011.

Nos encontramos, por tanto, con un país con una gran tendencia a la importación de energía. De hecho, se estima que el 90% de la energía consumida en Japón procede de otros países. Ante tal escenario, no es de extrañar que el país nipón se halle en proceso de búsqueda de fuentes de energía alternativas con las que optimizar su desarrollo sin ver incrementada su factura energética.

Entre estas alternativas, destaca el trabajo de investigación y desarrollo tecnológico que está siendo realizado en dirección a la extracción de un material abundante en las aguas del fondo marino nipón, conocido como “hielo combustible”, el cual ofrece grandes expectativas para ser considerado como el “nuevo petróleo” del país asiático.

 

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A pesar de que el camino hasta conseguir una extracción exitosa aún parece ser bastante largo, el elevado poder calorífico del material hace de él una de las apuestas más firmes del sector energético nipón, hasta tal punto de que la inversión gubernamental en el periodo 2002-2017 alcanza los 1.000 millones de dólares en este campo. Este hecho no es nada raro, si tenemos en cuenta que las perspectivas que ofrece el material: la energía propiciada por un metro cúbico de hielo combustible equivale a la generada en la combustión de 164 metros cúbicos de gas metano.

El “hielo combustible” -o hidrato de metano para los amigos de la química- es un recurso presente en la naturaleza formado por una amalgama de agua y gas capaz de entrar en combustión al más mínimo contacto  con una llama. Se trata de un material estable en condiciones de altas presiones y bajas temperaturas, tales como las que tienen lugar en los fondos marinos.

Se estima, además, que sus reservas mundiales podrían llegar a superar en cantidad al conjunto de las de todos los combustibles fósiles.

 

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Entonces, ¿dónde está el problema?

Pues el problema viene derivado de la tecnología para su extracción, para la cual aun no se ha conseguido una alternativa segura, económicamente sostenible y que no reporte efectos nocivos importantes para el medioambiente. En 2013, un grupo de investigación científica lo optó por intentar la extracción mediante un mecanismo de despresurización que permitiera fundir el hidrato y separar el agua del gas, intento que resultó fallido por problemas infraestructurales derivados de la inclusión de arena en los conductos, los cuales aun no han conseguido ser solventados.

Pero Japón no es la única gran economía que se encuentra “a la caza” de esta energía. Otras potencias mundiales, como EEUU, Canadá, China o Australia también está destinando fondos a tal fin. En el caso de España, ya se han obtenido muestras de hidratos de metano en el Golfo de Cádiz y en el mar de Alborán. Sin embargo, no existe aún legislación que regule la explotación de los gases hidratados. ¿Será una alternativa energética sostenible y viable para el futuro? Todo apunta a que tendremos que esperar unos años más para descubrirlo…

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