Los asientos diferenciales pueden llegar a causar serios problemas en las estructuras, pero existen varias maneras de subsanarlos.
Los cimientos de una estructura son parte fundamental para la estabilidad de la misma, y estos dependen de parámetros geotécnicos que deben ser calculados para el diseño de una correcta cimentación en el terreno. Entre los criterios más habituales para diseñar correctamente una cimentación tenemos al diferencial entre asientos.
En geotecnia cuando hablamos de asiento, se trata del descenso admisible para cualquier punto de la cimentación de una estructura, por lo general se busca calcular el estado límite de servicio. Cuando existen asientos diferenciales con mucha variación entre ellos, y muy próximos, pueden producir importantes daños en la estructura. Estas diferencias pueden ser provocadas por diversas causas que tienen origen en el terreno, o incluso por errores de proyecto.
Causas de los asientos diferenciales
- Un cálculo incorrecto en el proyecto de la estructura.
- Diferentes características geotécnicas muy cercanas en el terreno.
- Incremento abrupto en la altura de la estructura o en las cargas.
- Mala implantación de la cimentación del edificio en el terreno.
- Modificaciones estructurales sin un refuerzo previo en las cimentaciones.
- Tráfico ferroviario o pesado imprevisto en las adyacencias a la estructura, y las vibraciones que estos provocan.
- Excavaciones llevadas acabo en las proximidades de las cimentaciones del edificio.
- Desecación del terreno o sequía prolongada, normalmente por el periodo estival y las altas temperaturas.
- Variaciones en el nivel freático.
- Vegetación o árboles que hayan ido creciendo muy cerca de las cimentaciones
Consecuencias de los asientos diferenciales
Las cimentaciones, como bien sabemos, son el apoyo de la estructura sobre el terreno y al haber asientos diferenciales quiere decir que la estructura está cediendo por uno de sus lados, perdiendo la horizontalidad de sus pórticos. Esto tiene una consecuencia muy evidente en la estructura de los edificios, que se refleja claramente en la fachada.
Ejemplo de grieta causada por asientos diferenciales. Fuente: ReformaCoruña
Se trata de la aparición de una grieta en forma de arco cuyo centro se encuentra en la esquina de intersección de las dos fachadas de un edificio. Se identifica claramente porque comienza desde el suelo y sube por la pared hasta tocar la esquina, donde vuelve a bajar. Éste fenómeno se empieza a notar cuando la diferencia entre el asiento de cimentación supera los 2,5 cm.
Soluciones para los asientos diferenciales
A la hora de abordar soluciones para un problema de asientos diferenciales en una edificación, lo primero es colocar pequeñas marcas de yeso, o pintura, con el fin de que sirvan como testigos sobre la fisura; esto sirve para comprobar si la grieta sigue activa (creciendo) o está muerta y el asiento se ha estabilizado.
Y en el caso de encontrarnos con una grieta “Muerta”, la solución puede llegar a ser muy fácil y económica; en este caso se debe proceder a sanear la fachada y el revestimiento, para proceder a reparar y tapar las grietas y miradas por el asiento con el material más acorde al tipo de cerramiento que se nos presente.
Ahora bien, en el caso de una grieta “Viva” la solución tiene que ser un poco más invasiva, ya que existe el riesgo de que la estructura sufra daños graves, incluso que colapse. Una de las soluciones puede ser aplicar recalce de cimentación es con micropilotes, abriendo perforaciones en el terreno de pequeño diámetro y muy profundas para rellenar el hueco con una lechada de cemento o mortero.
Por otro lado, otra solución puede ser inyectar cemento en el terreno, se suele utilizar una maquinaria que hace llegar el hormigón a una presión muy elevada, logrando consolidar el terreno (recomendable para estructuras grandes). Por último contamos con una tercera opción, que se trata de inyectar resinas expansivas para consolidar la cimentación y estabilizar los asientos diferenciales que puedan existir.
Inyección de resinas expansivas.
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