La bioconstrucción está en auge. Descubre su significado, sus beneficios y los materiales que se emplean en este tipo de construcciones. Es el futuro.
En tiempos de sostenibilidad, la manera de construir también cambia y se adapta a los nuevos tiempos. Emergen conceptos como el de bioconstrucción, una nueva forma de construcción respetuosa con el medio ambiente.
Hay formas de construir más respetuosas que otras y debemos ser conscientes de que planeta solo tenemos uno. Por ello, cada vez son más los arquitectos y los propios clientes que están concienciados con esta manera de construir, más responsable, ecológica y sostenible con el medio que nos rodea.
La bioconstrucción es un tipo de construcción ecológica o sostenible. Sigue el enfoque en reducir el impacto ambiental de las viviendas, utilizando materiales naturales y renovables, y minimizando el consumo de energía y de residuos generados durante su edificación.
La bioconstrucción busca de alguna forma recuperar esa forma de construir mediante materiales naturales que tenemos en la propia naturaleza. Se basa en estos 4 conceptos:
Uso de materiales naturales.
Sostenibilidad.
Colaboración.
Bienestar.
Buscar un equilibrio entre los aspectos ambientales, económicos, sociales y ambientales. Por lo que es viable, justa y soportable.
Hoy en día, aunque los que más han oído hablar de este término son los ecologistas, activistas y arquitectos, lo cierto es que es una forma de construcción beneficiosa para todos, para el medioambiente pero también para la propia economía del hogar. Incluso como inversión pensando en el futuro.
En la bioconstrucción se emplean distintos tipos de materiales sostenibles y responsables con el ecosistema, que provienen de fuentes naturales renovables y que tienen bajo impacto para el medio ambiente (no solo en su producción, sino también durante el transporte y su uso).
Por ejemplo, entre los materiales que más se emplean tenemos:
Este material prácticamente no necesita presentación, porque es uno de los más queridos y utilizados en la actualidad. Es un material renovable, sostenible y duradero, que ofrece buen aislamiento y tiene bajo impacto para el planeta. También resulta económico en comparación con otros materiales.
Al igual que la madera, tampoco necesita presentación. La piedra es muy resistente y duradera. Ofrece buen aislamiento y es capaz de guardar y liberar poco a poco el calor, regulando incluso la temperatura.
Otro de los materiales que no faltan en la bioconstrucción, son las pinturas ecológicas. Están fabricadas a partir de pigmentos naturales que se extraen de plantas o minerales, entre otros. Lo mejor es que no tienen ningún tipo de sustancia dañinas para el medio ambiente y ofrecen buenos resultados.
Este material de construcción está hecho a base de arcilla, arena y agua. Simplemente se moldea en bloques y luego se deja secar al sol. Es ecológico, económico y eficiente térmicamente. De hecho, no es un material nuevo, sino que se ha empleado desde hace miles de años.
Como ocurre con el Adobe, es un material barato y eficiente. Se produce a partir de mezclar arcilla, arena, paja y agua, pudiendo usarse para construir estructuras en las viviendas.
De alguna forma la paja se puede utilizar para crear balas de paja, que funcionan bien como aislante térmico y acústico. Se puede utilizar junto con adobe o cob para construir techos y paredes.
Este tipo de tabiques se parecen a los ladrillos pero utilizan PET. Gracias a esto, se reduce el uso de aditivos como el cemento. También poseen una alta resistencia, siendo duraderos.
El acero es un material de la construcción que tiene la capacidad de ser reciclado sin perder propiedades, lo que significa que se puede reutilizar. Por ello, se puede emplear en la bioconstrucción.
La bioconstrucción está en auge por sus beneficios para los usuarios y para el medioambiente. Entre sus principales ventajas destacamos:
En la bioconstrucción se emplea tecnología que ayuda a reducir el gasto de agua o que incluso aprovecha el agua de la lluvia para el inodoro o el riego. También se suelen instalar sistemas eficientes como placas de energía solar o fotovoltaica, para optimizar el consumo de energía y ser pasivas o prácticamente pasivas.
Es importante establecer una cultura de reaprovechamiento, de poder utilizar los recursos que todavía sirven, tratando de darles una segunda vida. Es lo que se conoce como ciclo económico circular, donde se eligen materiales de construcción reciclados y reciclables.
Otro de los beneficios tiene que ver con el bolsillo, porque invertir en la bioconstrucción te permite tener una vivienda ecológica y sostenible, con la que ahorrar en tus facturas de la luz. Además, es una inversión a futuro.
En absoluto. Es el tipo de construcción del presente y del futuro. Estamos convencidos de que cada vez más personas van a elegir esta nueva forma de construir, como por ejemplo mediante las casas pasivas o passivhaus.
¿Qué opinas de la bioconstrucción? ¿Cómo lo ves? ¿Crees que es el futuro?