Blog y noticias sobre ingeniería | Structuralia

Claves para la capa de compresión en forjados de hormigón

Escrito por Structuralia | 22-nov-2021

Te explicamos las tres claves para ejecutar correctamente una capa de compresión en un forjado: La dosificación, el colado y el curado.

La capa de compresión, que a veces puede encontrarse en bibliografías como “chapa”, es la capa de hormigón que se extiende sobre las viguetas y bovedillas de un forjado, y que sirve para transmitir las cargas verticales del baño hacia las viguetas, y posteriormente hacia las columnas y el suelo. Es un elemento estructural de hormigón vertido, por lo general, en obra y que debe estar armado en su interior por una malla electrosoldada.

¿Qué partes que componen una capa de compresión?

El principal componente es el hormigón, para el cual normalmente se recomienda un HA 25, comprendiendo un espesor mínimo de 40 mm sobre las viguetas y piezas de entrega hígado cerámico u hormigón; de 50 mm cuando se coloca sobre piezas de entre ligado de cualquier otro tipo (como el poliestireno) y en zonas sísmicas que tienen una aceleración de cálculo superior a 0,16 g. 

Acompañando al hormigón está la malla electrosoldada en taller tipo B500T con alambres corrugados, que se utiliza como armadura. Las separaciones entre alambres no deben superar los 350 mm en ambos sentidos, contando con al menos 4 mm de diámetro de los elementos de armadura. Como referencia a la cuantía (para España) recomendamos seguir lo especificado en la tabla 42.3.5 de la EHE-08 (en España).

¿Cuáles son las claves para la correcta ejecución de una capa de compresión?

1. Dosificación

Lo ideal es poder contar con un hormigón elaborado en planta, con la resistencia y consistencia que el constructor le solicite. En este caso se recomienda solicitar un hormigón, por lo menos H 17, con un asentamiento máximo de 7 cm para que no sea demasiado fluido, y que tenga una relación de agua/cemento de 0,50 a 0,55.


Pero, cuando el hormigón se debe dosificar en obra se recomienda: una parte de cemento, dos partes de arena ( si está muy húmeda 3), 3 partes de piedra. Siempre teniendo en cuenta todos los factores que pueden incidir en la resistencia del hormigón. (Aprende sobre ellos aquí).

2. Colado

En esta etapa se recomienda humedecer bien las vigas y bovedillas previamente al colado de hormigón para que se saturen en agua. Así como prestar atención a las condiciones climáticas del entorno, considerando que en invierno nunca se debe hormigonar bajo los 5 °C, y en verano se procura evitar las horas cercanas al mediodía.


Al momento de colocar la malla electrosoldada, es importante distribuir el hormigón fresco de manera tal que no se acumule en sobremedida en ninguna parte del forjado, evitando cargas puntuales sobre las viguetas. Estas recomendaciones se aplican, tanto para el hormigón elaborado en obra, como para el elaborado en planta.

Proceso de colado del hormigón. Fuente: Hemoeco

3. Curado

De esta fase depende la resistencia final del hormigón, y a diferencia de lo que muchos creen, no basta sellar los poros y grietas con una lechada de cemento para solventar un mal curado. El buen curado del hormigón debe estar relacionado con la hidratación del cemento, y lo que no se debe hacer, es privar a este abruptamente de la humedad.

De manera que lo que se debe hacer es mantener una humedad de la forma más regular posible durante el proceso de hidratación del cemento, para que las partículas que se van hidratando progresivamente, lo hagan de manera uniforme, evitando grietas y fracturas superficiales. Para esto, se emplean distintos métodos. (Aprende sobre ellos aquí)

Proceso de curado del hormigón. Enriquelario.com

Si se respetan todas las pautas anteriormente mencionadas, se logrará una capa de compresión correctamente adherida a las viguetas, lo que significa un mejor comportamiento mecánico del forjado. Obteniendo una resistencia adecuada y suficiente para cumplir con su tarea en la distribución de cargas de manera horizontal hacia los demás elementos estructurales del edificio.