El rascacielos Capital Gate se encuentra en Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos y cuenta con una inclinación de 18 grados, lo que le convierte en el edificio más inclinado del mundo. La construcción de esta estructura hizo que sus trabajadores se enfrentaran a uno de los mayores retos de su carrera profesional.
La altura de la torre Capital Gate es de 160 metros, que cuentan con un total de 35 pisos. Los pisos de la parte inferior están ocupados por oficinas, con una superficie aproximada de 15.000 metros cuadrados, mientras que en las plantas superiores existe un hotel de 5 estrellas, con un área de 25.000 metros cuadrados.
La parte superior de la estructura sobresale 33 metros hacia uno de los lados, lo que supuso un verdadero reto de arquitectura e ingeniería. Se necesitaron más de 400 pilotes de hormigón para conseguir contrarrestar la fuerza de la gravedad. Sobre éstos se colocó una losa hormigón reforzada con acero, para lograr una homogénea distribución de las fuerzas, consiguiéndose una mayor resistencia.
Pero no solo con la cimentación se pudo mantener al Capital Gate en pie. Este edificio cuenta con un núcleo central con una inclinación opuesta a la del rascacielos, ya que un núcleo tradicional no podría soportar dicha estructura. El núcleo se desvía unos 350 milímetros.
Para la construcción de este núcleo se empleó la técnica del encofrado deslizante, montándose una armadura de barras de acero y colocando un encofrado para darle la forma deseada, que se rellena de hormigón. Posteriormente se sube el encofrado para repetir la operación.
Para su fachada se utilizaron unos 12.500 paneles lisos de vidrio de forma triangular, que ocupan una superficie de unos 21.000 metros cuadrados. Estos triángulos están colocados formando rombos, que se conectan entre sí mediante una junta flexible que impide que entre el agua, existiendo además unos tubos de drenaje que hacen que el este líquido pueda salir en caso de que existan filtraciones.
Los profesionales que trabajaron en la construcción de esta impresionante estructura emplearon técnicas que garantizaban una disminución del uso de energía durante este complejo proceso.
El edificio cuenta además con un restaurante con piscina que sobresale de la estructura y que está suspendido a una altura de unos 100 metros sobre el suelo. Esta superficie se encuentra apoyada sobre 22 puntales de acero.
Además de vencer la fuerza de la gravedad, el Capital Gate está especialmente diseñado y construido para que sea capaz de aguantar los posibles terremotos y resistir los fuertes vientos de la zona.
La construcción comenzó en el año 2007 y no terminó hasta el 2011, siendo en el año 2010 cuando el Capital Gate fue reconocido por el Guinness Record como el edificio más inclinado del mundo.