Las ciudades, que ocupan en torno al 2% de la superficie de la Tierra, son las responsables del consumo del 75% de la producción mundial de energía primaria. Además, este dato irá en aumento debido a que las previsiones para el año 2050 indican que el 70% de la población global vivirá en las grandes urbes.
Por otro lado, la demanda mundial de energía es cada vez mayor, tal y como ha venido sucediendo en las últimas décadas, y se estima que dentro de 30 años se duplicará o triplicará.
Al respecto, y en vista de que la proyección en el futuro está encaminada a la escasez de recursos y al cambio climático, es imprescindible que se tomen las medidas necesarias para disminuir el consumo, aumentar la eficiencia energética y utilizar energías respetuosas con el medio ambiente.
Para conseguir estos propósitos se puede realizar una auditoría energética, en busca de una mejora de la eficiencia energética de las ciudades, que será de gran importancia en los próximos años debido a que es la forma más rápida y económica para reducir el gasto de energía y el impacto medioambiental.
Las claves de una ciudad eficiente
En la búsqueda de una ciudad lo más eficiente energéticamente posible son varias las medidas que se pueden tomar. A continuación os mostramos algunas de las más importantes:
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Monitorización del consumo energético
La introducción de las nuevas tecnologías en el sector de la ingeniería ha generado una gran cantidad de aplicaciones con el fin de facilitar o mejorar acciones que se llevaban a cabo. En este sentido, el Big Data puede ser de gran aplicación en la industria de la energía como lo es en otros muchos sectores.
Y esto es debido a que las plantas de generación de energía cuentan con un gran número de sensores para su correcto funcionamiento, por lo que la producción de datos es continua y el Big Data y la analítica de datos pueden tomar una gran relevancia.
Algunas de las ventajas que nos aporta su uso son: analizar tendencias estacionales, determinar si las compañías cumplen con la demanda, comparar el rendimiento de diferentes materias primas, el mantenimiento predictivo o el control de la productividad de una línea de producción.
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Eficiencia energética en edificios
Se estima que los edificios son los responsables de más del 30% del consumo energético mundial. Por ello, si buscamos que nuestras ciudades consuman menos energía en el futuro, la rehabilitación energética de los edificios para reducir notablemente su consumo será una prioridad.
En este sentido aparece el concepto de Edificio de Energía Casi Nula definido por la Directiva Europea como aquel que tiene un nivel de eficiencia energética muy alto y por lo tanto requiere de una cantidad de energía casi nulo o muy baja en su día a día.
Asimismo cabe destacar el estándar de construcción de alta eficiencia energética Passivhaus, que nació en Alemania, y con el que se puede llegar a reducir un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración.
En definitiva, la rehabilitación energética y la construcción de edificios eficientes deben ser una prioridad en los próximos años ya que con una inversión económica reducida puede reportar grandes beneficios en lo que a eficiencia respecta.
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Gestión de la Demanda
El principal problema de las redes modernas de energía urbana es el cambio constante en el nivel de consumo por parte de los usuarios finales a lo largo del tiempo. Esta variación de la demanda se representa mediante las curvas de carga.
Debido a que pueden producirse caídas de la red o inestabilidades, será necesario que las curvas de generación y de demanda coincida, y a esto se conoce como regulación eléctrica.
Una buena regulación eléctrica junto con una adecuada infraestructura que reduzca todo lo posible las pérdidas de energía que se producen por la red, hará que se mejore de forma importante la eficiencia energética y el consumo eléctrico.
En conclusión, gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías y la implantación de las Smart Cities, en los próximos años la eficiencia energética de las ciudades será de gran importancia.