La proporción hormigón para solera debe calcularse para conseguir unos buenos resultados. En esta entrada hablamos sobre las claves para hacer el cálculo.
La proporción de hormigón para una solera es un cálculo que nos resultará de gran utilidad. A la hora de efectuar una obra, tenemos que ser muy conscientes de las necesidades de material que tenemos. De otro modo, acabaríamos por incurrir en un gasto superfluo.
¿Cómo podemos encontrar la proporción adecuada? A continuación, detallamos cuáles son las claves para medirlo correctamente.
Calcular la proporción de hormigón es un paso fundamental para construir una solera. Esta estructura es un revestimiento interior para edificios y la elección de este material compuesto tiene el objetivo de dotar de resistencia a toda la obra.
Su función es la de separar la construcción del suelo, lo que evita un contacto directo. De esta forma, limitamos el impacto de la humedad y creamos una superficie lisa para la futura edificación.
Lo primero que hay considerar para los cálculos es el ancho, el largo y el grosor que tendrá la solera. Estas indicaciones sin indispensables para saber cómo actuar. Además, es importante conocer la formulación más habitual del hormigón:
Con estas indicaciones podemos tener una idea aproximada de la cantidad de materiales que vamos a necesitar.
También cabe destacar que
1 m3 de hormigón son 900kgs de grava, 600kgs de arena y 300kgs de cemento.
Así, disponemos de los elementos necesarios para efectuar los cálculos que necesitemos. Estos serán precisos, por lo que no malgastaremos los materiales disponibles.
Por poner un ejemplo de uso, supongamos que vamos a construir una solera que mide:
Para que la proporción sea la adecuada, debemos multiplicar:
2 x 1 x 0,10 = de 0,2 m3de hormigón.
Teniendo en cuenta cuánto hormigón necesitamos para un metro cúbico los cálculos son los siguientes:
Otro factor importante para la proporción es el agua. Sin ella, no conseguiremos mezclar los materiales ni que estos nos resulten útiles.
Por cada 100 kgs de mezcla se necesitan entre 8 y 10 litros de agua. Esto dependerá de qué consistencia queremos para el hormigón. Luego debemos sumar la cantidad total de material seco que vamos a utilizar, que son 360 kgs. Así, tendremos que añadir 28-36 litros de agua en total.
Pese a que el hormigón, por sí solo, es un excelente material de construcción, debemos reforzarlo en la mayoría de las obras. El objetivo es aumentar su resistencia natural y dotarle de otras características, como la flexibilidad. Esto permite a la estructura que levantemos soportar hielos, cambios bruscos de temperatura y otras circunstancias que puedan causar grietas.
Una manera común de reforzar el hormigón consiste en añadir mallazo o fibras. En este último caso, debemos emplear:
500 g por cada 60 kgs de mezcla en la hormigonera
Así, el resultado final será más resistente.
Otro detalle importante es el tamaño de la solera y si va a estar encajada, ya que afectará a los cálculos y necesitaremos colocar juntas de dilatación. Dispondremos 1 junta cada 4 m lineales, aunque no será necesario en caso de que la solera sea de pequeñas dimensiones. Tampoco debemos usarlas si existen como mínimo dos lados libres. Solamente si aplicamos la combinación de ambos aspectos, nos ayudará a conseguir los mejores resultados.
Junto a esto, el acabado de la solera es otro factor al que prestar atención. En la mayoría de casos vamos a necesitar que sea lo más lisa posible. Esto dotará al conjunto de una base sólida y estable. Es recomendable espolvorear cementos gris puro y utilizar una malla mojada cuando el hormigón está fresco. Así, logramos una superficie más lisa, ideal para levantar todo tipo de estructuras.
Los cálculos, como la proporción de hormigón, son fundamentales para cualquier construcción. La primera razón para efectuarlos con precisión es por ahorrar material. Cuanto más nos pasemos, mayor será el consumo de recursos. Esto impactará directamente en el coste total de la obra, el cual se terminará por disparar. Así que, debemos actuar con precisión y eficiencia.
Por otro lado, se evitan desviaciones que podrían resultar desastrosas. Al principio no serán perceptibles, ya que son pequeñas y fácilmente corregibles. Sin embargo, irán aumentando según avanzamos en la construcción y cada vez será más difícil ajustarse. Si seguimos este camino, llegaremos a un punto de no retorno en el que la mejor solución será demoler, con todos los recursos y tiempo perdidos.
En ese sentido, unos cálculos precisos y bien efectuados nos dan un punto de referencia adecuado. En caso de no tenerlos, solo podremos atenernos a suposiciones y corazonadas. Por lo tanto, merece mucho la pena detenerse el tiempo que sea necesario antes de empezar y no actuar sin ton ni son. De este modo, evitaremos los problemas citados anteriormente.
También se demorará la construcción, algo que es recomendable evitar. Hay que tener en cuenta que siempre surgirán retrasos por diferentes razones. Quizás un camión con material tuvo un pinchazo o se encontró con un atasco. En estas situaciones, el azar es la causa que provoca que lleguen tarde. Sin embargo, debemos reducir al mínimo los atrasos provocados por causas humanas, las cuales pueden ser completamente eludibles. Por esto es preciso seguir un plan y actuar de manera ordenada y con decisión con base a unos cálculos establecidos.
En definitiva, estas son las claves para calcular la proporción de hormigón para una solera. Como hemos visto, es importante realizar unos buenos cálculos, ya que evitarán todo tipo de problemas. No obstante, para profundizar en este y otros aspectos, en Structuralia disponemos de un amplio catálogo de másteres relacionados con la arquitectura y la ingeniería, los cuales ayudan a ampliar el conocimiento en este ámbito.