El efecto isla de calor está siendo un problema en nuestras ciudades, y las cubiertas verdes pueden ser la solución.
Cubiertas Verdes: una solución al efecto isla de calor en las ciudades
En la actualidad, el sector de la construcción se encuentra en una encrucijada: por un lado, debe cubrir la creciente demanda de infraestructuras y edificios, y por otro lado, debe abordar la creciente preocupación por el impacto ambiental y la sostenibilidad de estas actividades. La construcción, tradicionalmente, ha dejado una huella significativa en el medio ambiente, desde la extracción de materiales hasta la generación de residuos y el consumo de energía. Sin embargo, existen soluciones innovadoras que pueden dar respuesta a ambas problemáticas. Entre ellas, las cubiertas verdes se destacan como una opción versátil y efectiva para mejorar la calidad ambiental de los entornos construidos y reducir el impacto ambiental de los edificios.
Esta huella ambiental tiene consecuencias devastadoras, incluyendo la exacerbación del cambio climático y la aparición de islas de calor en áreas urbanas. Las islas de calor son un fenómeno común en las ciudades, donde las superficies urbanas, como el asfalto y el concreto, absorben y retienen el calor, subiendo las temperaturas locales. Esta elevación puntual del calor no solo hace que las ciudades sean menos habitables, sino que también contribuye al aumento del consumo de energía para climatización, lo que a su vez agrava el cambio climático y prolifera la desertificación de los suelos.
Mapa de Madrid revelando la importancia del efecto de isla de calor en las grandes ciudades. Viveros Olimpia Sevilla
¿Qué son las cubiertas verdes?
Las cubiertas verdes, también conocidas como azoteas verdes, son sistemas constructivos que consisten en la instalación de una capa de vegetación sobre la cubierta de un edificio. Estas pueden variar desde solo capas de césped hasta jardines más elaborados con varios tipos de plantas, arbustos e incluso árboles. En su forma más simple, una cubierta verde está compuesta por varias capas: una membrana impermeabilizante que protege la estructura de la humedad, un sistema de drenaje para controlar el exceso de agua, un sustrato para el crecimiento de las plantas y, finalmente, la vegetación misma. Este sistema vegetal no solo mejora la estética del edificio al transformar un espacio vacío en un área verde, sino que también proporciona numerosas ventajas ambientales y funcionales para el edificio y su entorno.
Como proyectar una cubierta verde
Para proyectar una cubierta verde para un edificio de manera efectiva, es necesario considerar varios aspectos clave desde el inicio del diseño. En primer lugar, se debe realizar un análisis técnico detallado del sitio para evaluar factores como la carga estructural, la exposición al sol, el viento y el acceso al agua. Esta evaluación ayudará a determinar la idoneidad de instalar una cubierta verde y a diseñar un sistema que se adapte a las condiciones concretas de la cubierta. Luego, se debe seleccionar la vegetación y el sustrato adecuados para el clima local y las condiciones de la cubierta. Sin olvidarnos de integrar sistemas de drenaje eficientes para gestionar el exceso de agua y evitar problemas de filtraciones. Además, hay que tener en consideración aspectos de mantenimiento, como el acceso para tareas de cuidado y la instalación de sistemas de riego automáticos si es necesario. En resumen, el diseño de una cubierta verde requiere un enfoque amplio que combine aspectos técnicos, ambientales y estéticos para asegurar su funcionalidad y durabilidad a largo plazo.
Vista aérea de una cubierta verde practicable y recorrible. Addgreenproject
Beneficios de las cubiertas verdes
1. Disminución del efecto isla de calor en nuestras ciudades
Las cubiertas verdes desempeñan un papel protagonista en la reducción del efecto isla de calor urbano al ofrecer una solución natural para bajar la temperatura del entorno construido. Al cubrir superficies impermeables, como techos y pavimentos, con vegetación, baja drásticamente la absorción de calor y se promueve la evaporación de agua a través de la transpiración de las plantas. Este proceso, conocido como evapotranspiración, ayuda a refrescar el aire circundante y a reducir las temperaturas locales. Por otro lado, las cubiertas verdes actúan como aislamiento térmico, disminuyendo la transmisión de calor hacia el interior de los edificios y reduciendo la necesidad de sistemas de aire acondicionado. En conjunto, estos efectos contribuyen a reducir el calentamiento urbano y a mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades, creando entornos más saludables y naturales para sus habitantes.
2. Mejora de las condiciones de confort dentro del edificio
Además de lo que os hemos contado anteriormente, las cubiertas verdes ofrecen ventajas significativas en términos de confort interior y bienestar para los usuarios de los edificios. Al bajar la transferencia de calor a través de la cubierta, la vegetación ayuda a mantener una temperatura más estable dentro de los espacios habitables, creando un interior más fresco en verano y más cálido en invierno. Esta mejora en el control térmico no solo incrementa el confort de los residentes y trabajadores, sino que también puede bajar el uso de sistemas de calefacción y refrigeración, lo que a su vez se traduce en mayor ahorro en energía y costos operativos para los propietarios y gestores de edificios.
Por otro lado, las cubiertas verdes contribuyen a la reducción del ruido exterior, puede eliminar toxinas del aire y proporcionar un entorno más verde y agradable para aquellos que viven y trabajan en el interior del edificio. En resumen, la integración de cubiertas verdes en los proyectos de arquitectura no solo es más sostenible y amable con el medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida de las personas, y promueve un entorno construido más saludable y habitable.
Cubierta verde de bajo mantenimiento. Zinco
En última instancia, como profesionales del sector de la construcción y la arquitectura, tenemos la responsabilidad y el privilegio de liderar el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente. El papel de arquitectos e ingenieros va más allá de la simple creación de estructuras físicas; somos guardianes del medio ambiente y agentes de cambio en la lucha contra el cambio climático. Es fundamental que asumamos esta responsabilidad con seriedad y compromiso, adoptando prácticas constructivas y arquitectónicas que minimicen nuestro impacto ambiental y promuevan la regeneración de nuestros ecosistemas urbanos.
La formación continua es clave para mantenernos actualizados sobre las últimas tendencias, tecnologías y mejores prácticas en nuestro campo. En este sentido, Structuralia ofrece una amplia gama de cursos y maestrías diseñados específicamente para arquitectos e ingenieros que desean profundizar sus conocimientos en sostenibilidad y eficiencia energética. En particular, el Máster en Ahorro Energético y Sostenibilidad en la Edificación proporciona una oportunidad invaluable para adquirir las habilidades y herramientas necesarias para diseñar y construir edificios más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
