El diseño biofílico mejora drásticamente nuestro entorno y fomenta la reducción del impacto medioambiental.
El diseño biofílico: mucho más que una tendencia estética
En el vasto mundo del diseño y la arquitectura, donde cada línea trazada y cada espacio concebido tienen un impacto profundo en nuestras vidas, emerge un concepto que va más allá de la mera estética: el diseño biofílico. Este enfoque revolucionario nos invita a reconectar con la naturaleza en entornos construidos, aprovechando los beneficios tangibles e intangibles que ofrece la presencia de elementos naturales en nuestro entorno construido.
El diseño biofílico trasciende los límites tradicionales del diseño arquitectónico al reconocer la profunda conexión que existe entre los seres humanos y el entorno natural que nos rodea. Desde los albores de la civilización, los humanos han buscado refugio y confort en entornos que evocan la belleza y la vitalidad de la naturaleza. Esta conexión innata se ha perdido en gran medida en la era moderna, donde la urbanización y la industrialización han relegado a la naturaleza a un segundo plano. Sin embargo, el diseño biofílico nos ofrece la oportunidad de restaurar esta relación perdida, no solo para mejorar nuestra calidad de vida, sino también para promover la salud del planeta que compartimos.
Espacios de trabajo en Hollywood diseñados por el estudio Salgascano bajo criterios de diseño biofílico. Archdaily
¿Qué es el diseño biofílico?
El diseño biofílico es mucho más que una tendencia estética; es un enfoque holístico que busca integrar la naturaleza en el diseño de entornos construidos. Este concepto se basa en la premisa de que los seres humanos tienen una conexión innata con el mundo natural, y que al incorporar elementos como luz natural, vistas al aire libre, vegetación y materiales naturales en los espacios arquitectónicos, podemos mejorar significativamente el bienestar físico, mental y emocional de los ocupantes. El diseño biofílico no solo se trata de crear ambientes visualmente atractivos, sino también de fomentar experiencias sensoriales y emocionales que nos conecten con nuestro entorno natural, promoviendo así la salud y la felicidad de quienes interactúan con estos espacios.
El diseño biofílico se fundamenta en tres aspectos clave que guían su diseño y aplicación:
Conexión con la naturaleza:
En el corazón del diseño biofílico yace la idea de reconectar a los ocupantes con la naturaleza en entornos urbanos y construidos. Esto se logra mediante la integración de elementos naturales, como luz natural, agua, vegetación y materiales orgánicos, dentro de los espacios arquitectónicos. La presencia de estos elementos no solo mejora la estética visual, sino que también proporciona beneficios tangibles, como la reducción del estrés, el aumento de la productividad y la mejora de la salud física y mental de los usuarios.
Sostenibilidad ambiental:
El diseño biofílico abraza los principios de sostenibilidad ambiental al fomentar el uso responsable de los recursos naturales y la reducción del impacto ambiental de los edificios y espacios construidos. Al incorporar estrategias de diseño pasivo, como la orientación solar, la ventilación natural y el uso eficiente de la energía y el agua, los proyectos biofílicos pueden minimizar su huella ecológica y contribuir a la conservación del medio ambiente.
Bienestar humano:
Uno de los aspectos más destacados del diseño biofílico es su enfoque en mejorar el bienestar humano. Al crear entornos que evocan la belleza y la vitalidad de la naturaleza, estos espacios promueven la salud física, mental y emocional de sus ocupantes. Estudios han demostrado que la exposición a la naturaleza puede reducir el estrés, mejorar la concentración y la creatividad, así como aumentar la satisfacción general con el entorno construido. En este sentido, el diseño biofílico no solo busca crear edificios y espacios funcionales, sino también proporcionar experiencias enriquecedoras que mejoren la calidad de vida de quienes los habitan.
Oficinas en Vietnam con diseño biofílico creadas por MIA Design Studio. Archdaily
¿Qué impacto tiene el diseño biofílico en el medio ambiente?
Como ya hemos mencionado, el diseño biofílico ofrece numerosas formas de mejorar el medio ambiente y promover la sostenibilidad y la eficiencia energética en los entornos construidos. Una de las formas más evidentes es a través del diseño bioclimático, que aprovecha las condiciones climáticas locales para reducir la dependencia de sistemas mecánicos de calefacción, refrigeración y ventilación. Al diseñar edificios orientados adecuadamente, con materiales y técnicas de construcción que maximizan el aprovechamiento de la luz solar y la ventilación natural, se puede reducir significativamente el consumo de energía y las emisiones de carbono asociadas.
Además, el diseño biofílico promueve la utilización de materiales de construcción sostenibles y de bajo impacto ambiental, como la madera certificada, el bambú, el corcho y otros recursos renovables. Estos materiales no solo son más respetuosos con el medio ambiente en su producción, sino que también pueden mejorar la calidad del aire interior y reducir la cantidad de residuos generados durante la construcción y demolición de edificios.
La incorporación de elementos naturales, como jardines verticales, techos verdes y espacios abiertos ajardinados, no solo mejora la estética y la biodiversidad urbana, sino que también ayuda a reducir el efecto de isla de calor urbano y a mitigar el impacto de las inundaciones al absorber y filtrar el agua de lluvia. Estas características no solo benefician a los ocupantes del edificio, sino que también contribuyen al bienestar de toda la comunidad al mejorar la calidad del aire y del agua y proporcionar espacios públicos más saludables y agradables. En resumen, el diseño biofílico no solo se trata de crear edificios bonitos, sino también de diseñar entornos que trabajen en armonía con la naturaleza para promover la salud y la sostenibilidad a largo plazo.
Imagen interior del Hotel Las Salinas en Lanzarote, diseñado por Fernando Higueras, como ejemplo de diseño biofílico de espacios. Fundación Higueras
En un mundo donde la arquitectura evoluciona constantemente para abordar los desafíos contemporáneos de sostenibilidad y bienestar humano, es crucial que los arquitectos se mantengan actualizados y comprometidos con la formación continua. La adopción de conceptos como el diseño biofílico no solo enriquece la práctica profesional, sino que también permite a los arquitectos crear espacios más significativos y resilientes que respondan a las necesidades cambiantes de la sociedad y el medio ambiente. Por lo tanto, invitamos a los profesionales del sector a explorar las oportunidades de aprendizaje que ofrecen instituciones como Structuralia, donde una amplia gama de cursos y maestrías proporcionan el conocimiento y las habilidades necesarias para liderar la vanguardia del diseño y la ingeniería.