En España existen aproximadamente 28 millones de puntos de suministro eléctrico inferiores a los 15kW, que deberán de disponer de Smart Meter antes del fin de 2018. Este escenario se repite en varios países de Europa, ya que parte de una iniciativa de la Comisión Europea de la Energía.
Fotografía: EVB Energie AG (Wikipedia)
Los beneficios que aporta el uso de Smart Meter a una red de suministro eléctrico son muy diversos, entre ellos destacan la detección de averías por parte de las compañías, así como los beneficios económicos que reportan del control y gestión de la información proporcionada. Pero el uso de estos aparatos supone también un gran avance para los clientes de la red, puesto que les permite monitorizar su consumo casi en tiempo real. Como sabemos, el conocimiento del consumo propio es uno de los pilares más importantes de cara a favorecer la eficiencia energética.
Sin embargo, para que la incorporación de Smart Meters tenga un efecto positivo sobre los hábitos de los consumidores, estos deben ser accesibles, lo que puede conseguirse mediante tres medios diferentes:
- Publicación online de los datos recolectados por parte de los Operadores de la Red de Distribución, como sucede en el caso de España, donde los clientes deben registrarse en el portal web de su distribuidora para consultar su consumo con un día de desfase
- Existencia de una plataforma única que centralice los datos de la totalidad de los consumidores, como es el caso de Reino Unido.
- Acceso directo al contador por parte del cliente. Para ello, el contador debe tener habilitado un puerto de comunicación accesible, como puede ser wifi o red LAN, diferente al usado por la compañía para la lectura y operación del contador. Este método es el más complejo porque exige un contador más avanzado y la posibilidad de tener acceso físico, pero a la vez es el más potente, supuesto permite la información en tiempo real.
Fotografía: Geralt (Pixabay)
La combinación del acceso a los datos y las tarifas de precio variable abre un amplio conjunto de posibilidades para el ahorro energético cotidiano, que puede ser impulsado por un ecosistema de aplicaciones móviles, dispositivos de automatización y sistemas de análisis de datos para optimizar el consumo que se encuentra en pleno proceso de desarrollo.
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