El parque eólico marino de Wikinger se ha desarrollado en el Mar Báltico, en Alemania, y podrá generar energía suficiente como para cubrir la demanda energética de unas 350.000 viviendas, reduciendo considerablemente las emisiones de gases perjudiciales a la atmósfera.
Este parque tiene una capacidad de 350 MW y ocupa una superficie de unos 34 kilómetros cuadrados, en la que se instalarán un total de 70 aerogeneradores con diámetros de rotor de 135 metros (con una potencia unitaria de 5 MW), instalados a profundidades comprendidas entre los 37 y los 43 metros.
La subestación del parque, de unas 8.500 toneladas, ya se encuentra instalada, y será la encargada de recoger la energía producida por los aerogeneradores y transportarla a tierra. Ésta está diseñada y construida para soportar condiciones meteorológicas extremas. El coste de la subestación ha sido de unos 70 millones de euros.
Los aerogeneradores serán sostenidos mediante jackets, que son estructuras de cuatro patas que cuenta con cuatro pilotes que se anclan al fondo marino y, en su parte superior, con una pieza para realizar la conexión con el fuste del aerogenerador. La altura de cada jacket es de unos 60 metros.
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Este parque podrá cubrir la demanda energética de unos 350.000 hogares. La construcción del parque ya ha comenzado con la instalación del primer aerogenerador y se estima que esté terminado durante el presente año. Además con la construcción de este parque eólico marino se evitará la emisión de hasta 600.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
La inversión realizada para llevar a cabo este proyecto de energía eólica marina ha sido de unos 1.400 millones de euros y participan unos 1.500 trabajadores de diferentes partes del planeta.
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