Este puente se encuentra sobre el Estrecho del Bósforo Oriental, encargándose de conectar la isla de Russki con la ciudad de Vladivostok, en Rusia. Éste se convirtió en el año 2012 en el puente atirantado más largo del mundo.
El Puente de Vladivostok cuenta con cuatro carriles para la circulación del tráfico. Toda la estructura, puente (1885 m.) y viaductos, tiene una longitud total de 3.100 metros, con un vano central de 1.104 m, y una anchura de casi 30 metros.
Esta impresionante obra de ingeniería cuenta con dos torres de unos 321 metros de altura, de las cuales salen unos tirantes formados por cables de 15 milímetros de diámetro. La longitud de estos tirantes está comprendida entre los 580 y los 136 metros de longitud. Las torres de este puente son las más altas del mundo y sus tirantes los más largos.
Durante su diseño se tuvo en consideración la menor distancia entre ambas costas para que el puente fuese construido en esta zona, 1.460 metros, y que la profundidad del canal de navegación fuera superior a los 50 m.
Tanto el diseño y como la construcción de este puente estuvieron condicionados por las duras condiciones meteorológicas de la zona: las grandes diferencias de temperatura, que varía desde los -31 grados centígrados hasta los 37, la velocidad del viento, que supera los 100 kilómetros por hora, las olas de gran altura en momentos de tormenta y el gran espesor de las capas de hielo en épocas frías.
Este puente atirantado comenzó a construirse en septiembre del 2008 y fue inaugurado en el año 2012.
