El curioso puente Rolling Bridge, de uso peatonal, se encuentra en el municipio londinense Ciudad de Westminster, en Reino Unido. Rolling Bridge se enrolla sobre sí mismo, adquiriendo forma de octógono, para no interrumpir el paso de los barcos que circulan por el Canal de Paddington.
Este puente está formado por ocho segmentos articulados idénticos que tienen forma de triángulo. El Rolling Bridge se abre y se cierra gracias a un mecanismo de cilindros hidráulicos.
El puente abierto forma una celosía, cuando éste se cierra la parte superior de esta celosía comienza a doblarse, levantándose por un extremo y comenzando a plegarse sobre sí mismo. Cuando se encuentre totalmente recogido el Rolling Bridge adquiere forma de octógono.
El Rolling Bridge cuando se encuentra abierto tiene una longitud de unos 12 metros. Los materiales más utilizados para poder llevarlo a cabo el Rolling Bridge fueron el acero y la madera.
La mayor parte del tiempo esta pasarela peatonal se encuentra desenrollada, permitiendo el paso de los viandantes. Sin embargo, los viernes, al mediodía, el puente se enrolla, siendo visitado por un gran número de turistas. El tiempo del proceso es inferior a 10 minutos. Estos días es cuando se realizan las labores de mantenimiento.
Además de los viernes a mediodía, el Rolling Bridge se cierra cuando es necesario para no interrumpir la navegación de esta canal. Esta maniobra se lleva a cabo activando los pistones hidráulicos.
En el diseño innovador del puente intervino Thomas Heatherwick, diseñador y arquitecto británico del estudio Heatherwick. Éste fue instalado en la cuenca de Paddington, en Londres, en el año 2004 y un año después, recibió el premio Structural Steel Design Award. Este puente también fue galardonado con el Emerging Architecture Award.
El Rolling Bridge forma parte del Grand Union Canal office.