La capacidad de intercambio de energía eléctrica entre España y Francia pasará de los 2.800MW actuales a 8.000MW en 2020, según recoge la Declaración de Madrid que hoy firmaron el presidente de Francia, François Hollande; el del Gobierno de España, Mariano Rajoy; el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; documento que surgió de la Cumbre para las Interconexiones Energéticas celebrada este miércoles en Madrid, y a la que asistió también el presidente del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer.
Las conclusiones del Consejo Europeo de octubre de 2014 ponían de manifiesto la necesidad de movilizar todos los esfuerzos necesarios para lograr el objetivo mínimo del 10% de las interconexiones eléctricas en todos los Estados miembros no más tarde de 2020, mediante la realización de proyectos de interés común, algo que en España resulta complejo, ya que en se encuentra por debajo del 5%, situación similar a la que presenta Portugal.
Las interconexiones internacionales son el conjunto de líneas y subestaciones que permiten el intercambio de energía entre países, generando una serie de ventajas en los países conectados, ya que aportan mayor seguridad y estabilidad al suministro.
En 2001 la UE ya recomendó a los Estados alcanzar en 2020 un 10% de ratio de interconexión, siendo este la suma de las capacidades de importación frente a la potencia de generación instalada, con el objetivo de promover un mercado único de la electricidad y evitar el aislamiento de los países miembros.
Por este motivo, en el Consejo Europeo de octubre de 2014, los Estados miembros y la Comisión Europea se comprometieron a «facilitar la ejecución de proyectos de interés común, que conecten, en concreto […] España y Portugal con el resto del mercado interior de la energía» y «garantizar que se les concede la máxima prioridad y hayan concluido en 2020» las infraestructuras necesarias para alcanzar los objetivos marcados.
Por ello, la Declaración de Madrid indica que para dar cumplimiento a este mandato, el desarrollo de dichas infraestructuras debe recabar todo el apoyo disponible en el plano europeo, en especial, a través del Instrumento de Interconexión para Europa, los Fondos Estructurales y el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas anunciado últimamente por la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones.
La reciente inauguración de la nueva línea de interconexión eléctrica entre España y Francia el 20 de febrero, que duplica la capacidad del nivel de interconexión entre España y Francia hasta los 2.800 MW, avanza en la consecución de estos objetivos.
Sin embargo, los mandatarios de España, Portugal y Francia y la Comisión Europea señalan que «debe acometerse un esfuerzo complementario para superar el actual nivel de interconexión en España situado en torno al 5% con Francia y Portugal juntos logrado con esta nueva línea y alcanzar el objetivo antedicho del 10% en cada país».
Insisten en la importancia de llevar a cabo la interconexión eléctrica de Portugal y España, entre Vila Fria-Vila do Conde-Recarei (Portugal) y Beariz- Fontefría (España), que, una vez concluida, permitirá a Portugal alcanzar un nivel de interconexión del 10%.
Además, destacan la necesidad de incrementar significativamente la capacidad entre la Península Ibérica y la Europa continental y advierten de que los proyectos actualmente incluidos en la lista de Proyectos de Interés Común (PIC) no son suficientes, en ningún caso, para alcanzar los objetivos de interconexión europea.
NUEVOS PROYECTOS
Por ello, solicitan que se señalen nuevos proyectos para su inclusión en la próxima lista de PIC 2015 para elevar la capacidad de intercambio eléctrico entre España y Francia hasta los 8.000 MW en 2020.
Para lograrlo, citan los proyectos de la Bahía de Vizcaya, ya incluido en la lista de Proyectos de Interés Común, para la conexión de la Bahía de Vizcaya/Golfo de Gascuña en España con la zona de Aquitania en Francia, con un coste estimado actualmente en 1.900 millones de euros.
Este proyecto se encuentra en la fase de estudios técnicos, beneficiándose del máximo apoyo del 50% de todos los costes subvencionables con arreglo al Instrumento de Interconexión para Europa, con un importe de 3,25 millones de euros.
Además, dos nuevos proyectos que cruzan los Pirineos deberían llevar el nivel de interconexión entre Francia y España a alrededor de 8.000 MW. Un primer proyecto se desarrollaría por Cantegrit y Navarra o el País Vasco, y el otro, por Marsillon y Aragón, con costes estimados actualmente para cada uno de ellos de 900 a 1.200 millones de euros.
Respecto a las interconexiones de gas, proponen una evaluación activa para completar el eje oriental de gas entre Portugal, España y Francia, que posibilitará los flujos bidireccionales entre la Península Ibérica y Francia mediante un nuevo proyecto de interconexión, conocido actualmente como MIDCAT. «La tercera interconexión entre Portugal y España debe desarrollarse en consecuencia», añaden.
Asimismo, y puesto que consideran imprescindible aumentar la capacidad de transporte a través de Francia a fin de aprovechar al máximo las interconexiones y permitir la plena integración del mercado europeo, «y subrayando el compromiso de que el proyecto «Val de Saône» garantice el acceso de España y Portugal al mercado gasístico europeo, este proyecto gozará asimismo del apoyo de las autoridades europeas y nacionales y recibirá un apoyo económico a escala europea, como el Instrumento de Interconexión para Europa, los fondos estructurales y de inversión europeos y el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas», dice la declaración.
Bajarán los precios y superaremos barreras
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió este miércoles que la Cumbre para las Interconexiones Energéticas Europeas, en la que España, Portugal, Francia y la Comisión Europea firmaron la llamada Declaración de Madrid, supone «un paso muy importante» para «superar fronteras» y que los ciudadanos tengan «energía en sus hogares a un menor precio».
Rajoy realizó estas declaraciones en la rueda de prensa que ofreció en el Palacio de la Moncloa junto al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho. En el acto también participaron el presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, así como el comisario de Acción Climática y Energía, Miguel Arias Cañete.
«Hoy tres grandes naciones de las más antiguas de Europa, junto a la Comisión Europea y el BEI dan un paso muy importante para superar fronteras», defendió Rajoy para señalar que éste es «el sino común, unir y conectar «y poner en valor que hay «voluntad política» de «acabar» con las fronteras nacionales.
El presidente del Gobierno destacó la importancia de este acuerdo «para todos los presentes y para Europa», para que las empresas puedan «acceder a un recurso fundamental para su competitividad», para el medio ambiente porque permitirá desarrollo de energías renovables y ,»sobre todo, para los ciudadanos». «La energía llegará a sus hogares a menor precio incrementando su bienestar», recalcó.
«Ponemos en marcha un plan, lo llamamos Declaración de Madrid, pero pasamos de las declaraciones a los hechos, de las musas al teatro», destacó para apuntar al objetivo de que las interconexiones eléctricas alcancen un mínimo del 10% sobre la potencia instalada en 2020.
El jefe del Gobierno español señaló, ante sus colegas europeos, que «nunca hasta hoy la Península Ibérica ha dado un salto tan cualitativo en materia de energía» aunque los gobiernos anteriores trabajaron «mucho y bien».
Peticiones a Juncker
Rajoy reivindicó ante Juncker que el proyecto de interconexiones «encaja a la perfección» con el plan de inversiones comunitarias que lleva su nombre y en el que, apuntó, España va a contribuir con 1.500 millones de euros a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Hollande reclamó, ante el presidente de la Comisión Europea, que «es importante movilizar financiación por parte de Europa». Bromeó incluso, ante el gesto serio de Juncker que «está muy mal tener un plan que lleva el apellido de uno» si sale mal, aunque también puede ser «una verdadera promoción».
«Era un mensaje que esperaba toda Europa, pero tiene que concretarse a través de proyectos que vamos a presentar», afirmó el dirigente socialista francés defensor de las políticas de estímulo frente a la austeridad.
En este sentido, el primer ministro portugués lamentó que, hasta ahora, no se ha hecho «más que anunciar objetivos que no se concretaron en la práctica». «Hoy las cosas son diferentes no sólo por el compromiso de las tres partes, sino por el compromos de la Comisión Europea», reconoció. «La misión de la Comisión es fundamental en su papel de monitorización», apuntó.
Passos Coelho, que reivindicó el «compromiso de tres grandes países» en esta materia, destacó como hizo Rajoy que el acuerdo «se traducirá en una bajada de precios para los consumidores», en inversiones en energía renovable y en mayor crecimiento sostenible y verd.
Juncker contestó a los tres mandatarios europeos que el acuerdo supone «el fin al aislamiento energético de la Península Ibérica» y les instó a que el acuerdo «no se quede en retórica», sino que «se consiga de verdad». «Invito a los demás a poner fin a los bloqueos que se producen en el ámbito energético», trasladó.
«La UE se basa en cuatro principios, la libre circulación de trabajadores, de capitales y de bienes y el principio de la libre circulación de la energía debería ser otro», señaló. «Si no conseguimos que pueda fluir habremos fracasado», avisó para señalar la política energética como «una de las grandes prioridades».
