El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, grandes ingenieros nacieron síndrome de Asperger y murieron sin saberlo.
Cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, la fecha coincide con el natalicio de Hans Asperger, un pediatra austríaco que describió por primera vez esta condición en el año 1944.
Sus estudios fueron publicados casi a mitad de siglo, sin embargo, no fue hasta la década de los 90 cuando los informes tomaron valor para quienes se dedicaban de lleno al autismo y a evaluar enfermedades neurológicas varias.
Lo que quiere decir que muchos grandes personajes de la historia nacieron y murieron con asperger sin saberlo, tachados de raros, diferentes o ermitaños, pero aún así con grandes aportes a la humanidad. En la actualidad, la condición mucho más entendida abraza la mente de personas que han roto barreras; como los ingenieros con síndrome de asperger, encargados del diseño y construcción de un mundo más inclusivo.
Un cerebro con Asperger funciona de manera diferente a la habitual, específicamente con competencias en la comunicación con las personas e interacción con la sociedad. Puede resultar todo un reto afrontar las exigencias y/o tareas cotidianas que para la mayoría son simples y casuales. Sin embargo, gozan de gran capacidad para comunicarse en un lenguaje muy literal, y totalmente fluido.
Los ingenieros con síndrome de Asperger pueden tener rasgos repetitivos o perseverantes, una limitada gama de intereses y en muchos casos, torpeza motora. Las bromas malintencionadas o con dobles sentidos pueden no ser bien comprendidas.
El sujeto de la manzana y la ley de gravedad, trajo consigo grandes avances en el campo de la física, las matemáticas, la filosofía y la teología, lo que aún se consideran las columnas vertebrales de la ingeniería a nivel mundial.
Es común que así describan a sus hijos los padres que buscan ayuda en especialistas, cuando sospechan que el síndrome de Asperger podría ser parte de la familia. .
Renuente al contacto social, con mayor inclinación hacia la soledad, basaba su interés en el estudio de la biología de insectos, conchas marinas y demás, antes de relacionarse con las demás personas, incluso con una inteligencia comprobada.
Quienes le conocieron, aseguran que este conocido impulsor de la electricidad comercial, responsable de invenciones categóricamente revolucionarias con respecto a teorías de electromagnetismo, entre finales del siglo XIX e inicios del XX, también vivía con un trastorno obsesivo compulsivo.
En cualquier caso, se trata de genios que llegaron a potenciar su capacidad intelectual por encima del síndrome de asperger para lograr conseguir importantes y reconocidos logros personales y para la humanidad. Estas alteraciones sociales que les acompañaban, parece le sumaron concentración en otros campos de investigación.
El universo del cine ha intentado describir algunos casos para mostrar al mundo la capacidad de grandes mentes. Producciones como Mi nombre es Khan, de Karan Johar o la española, El faro de las orcas, de Gerardo Olivares, y series como The Good Doctor, dimensionan la condición para quienes la han mitificado.
Abundan ingenieros con síndrome de Asperger no reconocidos por la sociedad, pero sin duda sus aportes no son ignorados.
Se requiere mayor inclusión y comprensión por parte de familiares y círculos sociales para reivindicar años de desconocimiento sobre esta condición.