Los grupos de presión de agua cuentan con un objetivo muy sencillo: trasladar grandes cantidades de líquido de una zona a otra cuando las características del lugar no permiten su movimiento natural. Así, gracias a estos dispositivos se aumentan tanto la presión como la velocidad y altura del desplazamiento.
Estos equipos se componen de una o varias bombas hidráulicas, que imprimen la potencia para absorber el agua directamente desde un depósito o la red. Por su parte, el presostato se encarga de mantener la presión necesaria para que tenga lugar el movimiento.
Por su funcionamiento y todos los elementos que lo componen, en un grupo de presión de agua los problemas pueden aparecer de manera bastante frecuente. Y esto puede terminar siendo un inconveniente a la hora de cumplir con la normativa vigente sobre eficiencia energética. Los siete problemas más comunes son estos.
Si el presostato se desajusta, habrá que volver a colocarlo en su posición original. Esto es posible ajustando uno de los dos tornillos que casi todos los modelos incorporan, y que sirven respectivamente para regular la presión de la bomba al arrancar y al parar.
En este caso, el problema se detecta en las válvulas que las membranas de los grupos de presión siempre incluyen. Para solucionar la avería bastará con colocar un compresor que regule la presión ejercida en el sistema.
La sonda de nivel es el elemento que detecta cuándo se alcanza el nivel de líquido suficiente. Cuando esto ocurre el sistema se detiene. Por tanto, si la sonda de nivel se avería es posible que la máquina no deje de funcionar nunca por sí sola.
La aparición de fugas o pérdidas de agua en cualquier punto del circuito es un problema indirecto de estos equipos. Hay que tener presente que estos sistemas están preparados para mantener en todo momento la presión, y que por tanto, si hay una fuga, la maquinaria no dejará de funcionar. Eso convierte a este en uno de los problemas más difíciles de detectar y solucionar.
Si este elemento falla, el sistema no generará suficiente presión y el transporte de agua no se producirá en las condiciones idóneas. Lo que hay que hacer en estos casos es, directamente, cambiar la pieza por una completamente nueva y de similares características.
Los elementos presentes en un grupo de presión de agua están enlazados mediante conexiones eléctricas. Y, con el tiempo y el uso, es normal que estas se terminen aflojando. Así, en estos casos solo habrá que abrir el compartimento donde se encuentran y volver a apretarlas.
Cuando, por error o por desconocimiento, se coloca la válvula de retención demasiado cerca de la bomba —a menos de un metro—, es común que se acumule aire. Lo que ocurre entonces es que la bomba pierde fuerza y el agua no se impulsa con la misma potencia.
En un grupo de presión de agua los problemas más comunes son los que acabamos de citar. Pero ¿Qué consecuencias prácticas pueden tener estas averías? Fundamentalmente estas.
En suma, en un grupo de presión de agua los problemas no son difíciles de solucionar para alguien con la formación adecuada. En ese sentido, los másteres en industria, energía y medio ambiente de Structuralia permiten a los profesionales adquirir los conocimientos necesarios en este ámbito.