Hormigones sostenibles utilizados en la construcción

24-jun-2019
Structuralia

Índice de contenidos

La creciente preocupación por el medio ambiente y el cambio climático ha hecho que se preste una mayor atención a la sostenibilidad en todos los ámbitos de nuestra vida.

 

En consecuencia, y centrándonos en el sector de la construcción, algunos estudios cifran que en torno a que el 30-40% de la emisiones de gases contaminantes son producidas por las tareas de obtención de materiales, fabricación, transporte, colocación y vida útil de las infraestructuras.

New call-to-action

En este contexto es necesario hablar del hormigón, el material con el uso más extendido en la construcción. Tras su aparición hacia el año 500 a.C, ha ido sufriendo cambios hasta el material que hoy conocemos, formado por un conglomerante (normalmente cemento Portland), áridos, agua y diferentes aditivos.

Por ello, a continuación vamos a ver cómo la industria del hormigón está reduciendo su impacto medioambiental con la creación de hormigones más sostenibles.

Tipos de hormigones sostenibles

Dentro de la tendencia actual, en la que la fabricación del hormigón intenta reducir su huella de carbono por medio de la optimización de procesos constructivos que generan un menor impacto ambiental o utilizando materiales reciclados, se han creado hormigones especiales más respetuosos con el medio ambiente. A continuación veremos tres tipos:

Este tipo de hormigón se distingue del convencional en que una parte de los áridos naturales es reemplazado por áridos reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición, aconsejando la normativa que no se supere el 20% de los áridos totales en elementos estructurales de hormigón armado y no permitiéndose su uso para hormigones pretensados, debido a que empeora las propiedades finales del material.

Por lo tanto, con la reducción de los áridos naturales se consiguen dos objetivos que reducen el impacto ambiental en su fabricación: por una parte al necesitar menos áridos, disminuye la energía consumida en su extracción y transporte, y por otro lado, disminuye la contaminación al reutilizar materiales.

Su principal característica es la capacidad de que crezcan organismos vegetales de forma natural en su superficie. Para su fabricación se utiliza un cemento convencional y otro que tiene una base de fosfato de magnesio, facilitando el fraguado.

Con ello se facilita y acelera el crecimiento de organismos como microalgas, hongos o musgos, que son capaces de absorber el CO2 del entorno, reduciendo el impacto medioambiental.

  • Hormigón fotocatalítico

Al igual que en el caso anterior, el hormigón fotocatalítico produce un efecto descontaminante en la zona gracias a la adición de nanomateriales de óxido de titanio. Debido a esta propiedad, el hormigón fotocatalítico está especialmente pensado para ser utilizado en elementos exteriores de zonas urbanas con altos índices de contaminación.

Para la reducción de la contaminación, este material semiconductor utiliza la energía de la luz del sol y, debido al contacto del agua es capaz de volver a su estado original, por lo que este efecto descontaminante no se agota. Además, este efecto no se ve afectado por los ciclos hielo/deshielo, la presencia de sales o la exposición a la radiación ultravioleta.

En conclusión, el sector de la construcción en general y el del hormigón en particular, están dando los pasos necesarios en los últimos años para dar respuesta a la creciente preocupación por la contaminación que se vive actualmente.

Si quieres desarrollar tu carrera profesional en este ámbito, te aconsejamos nuestro Máster de construcción industrializada en hormigón co-organizado con Andece para que te conviertas en un verdadero experto.

 

Arquitectura sostenible

 

 

Scroll al inicio