Un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, en Suiza, ha creado un robot que podrá participar en la construcción, siendo capaz de colocar los ladrillos en diferentes tipos de estructuras, adaptándose a las diferentes condiciones que puedan presentarse.
Este robot, que han decidido llamar In-situ Fabricator, está compuesto por un brazo, con el que coloca los ladrillos, montado sobre una base móvil. Su diseño le permite adaptarse de forma sencilla a las diferentes condiciones de la obra.
El robot realiza paredes de ladrillos a través de un patrón predeterminado, trabajando con la ayuda de un telémetro láser, sensores para obtener diferentes posiciones, dos ordenadores y de otros elementos que lleva incorporados.
Estos robots podrían complementar los trabajos de ingeniería o arquitectura de las personas que se dedican a esta profesión, asegurando que no existe ningún riesgo de que estos robots puedan ocasionar despidos, ya que trabajarían de forma conjunta con las personas.
Además han afirmado que la introducción de estos robots en la construcción traerá consigo numerosos beneficios, como la reducción de los tiempos de planificación o, incluso, el aumento de la seguridad.