Se ha diseñado un rascacielos sostenible para la ciudad de Róterdam, Países Bajos, consistente en dos anillos fabricados en acero y cristal que se unen en su parte superior. Será capaz de producir su propia energía mediante una turbina inmóvil, almacenar el agua de la lluvia, depurar el agua utilizada por sus habitantes y reciclar los residuos orgánicos que se producen dentro del edificio.
El impresionante edificio, de 174 metros de altura, está rodeado de humedales, dando la sensación de que se encuentra flotando en el agua. El anillo exterior estará compuesto por 40 habitáculos y tendrá la posibilidad de girar como una noria, proporcionando unas impresionantes vistas llenas de información gracias al cristal inteligente del edificio, que aportará datos de las vistas que se tienen en cada momento. El anillo interior está compuesto por 72 viviendas, 160 habitaciones de hotel, zona comercial, oficinas y un restaurante.
La energía eólica producida por esta estructura futurista no se realizará con los habituales molinos de viento, sino con un innovador sistema electrostático denominado EWICON (Electrostatic Wind Energy Converter). Éste sistema, desarrollado conjuntamente por las Universidades de Delf y Wageningen, convierte el viento en energía eléctrica expulsando en un campo eléctrico una gota de agua con carga positiva que es movida por el viento hacia una zona de carga positiva, generándose un cambio de polaridad que produce la energía eléctrica. Al no haber piezas móviles se reduce el ruido y el desgaste en comparación a un generador eólico actual.
Además de este sistema, el edificio también dispone de paneles solares para producir más energía, almacenará el agua de lluvia y el agua del grifo mediante un depósito ubicado en la parte superior del edificio para reutilizarla, y con los residuos orgánicos generados por el uso del edificio se podrá producir biogás.
Se espera que la inversión sea amortizada en un plazo de 10 años con un millón y medio de visitantes al año.