Publicado originalmente el 31 de enero de 2020, actualizado el 23 de octubre de 2023.
Descubre por qué se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático y las medidas preventivas de los proyectos de ingeniería.
Con la subida de la temperatura de la Tierra año tras año, hoy en día, cobra más sentido que nunca prestar atención al cuidado del planeta. Desde Structuralia, queremos que conozcas todo acerca del Día Internacional contra el Cambio Climático que se celebra, como cada año, el 24 de octubre para tratar de concienciar a la sociedad. Además, en este artículo aprovecharemos para revisar las medidas de los proyectos de ingeniería para reducir el impacto medioambiental.
Foto: redescolar.ilce.edu
El Día Internacional contra el Cambio Climático se celebra cada 24 de octubre desde que fue instaurado por la ONU y su objetivo primordial es el de concienciar a los ciudadanos de la necesidad de cuidar el medio ambiente y de los efectos que conlleva el cambio climático en el planeta. Además, pretende conseguir que todos los gobiernos creen medidas que permitan regular todo lo relacionado con este ámbito.
A pesar de ser un tema recurrente en los diferentes medios, existe mucho desconocimiento sobre este tema. Por ello, queremos aprovechar la ocasión para explicar que una de las causas del cambio climático es, precisamente, el efecto invernadero provocado por la emisión a la atmósfera de gases como el CO2. Pese a las medidas llevadas a cabo, se prevé que la temperatura global ascienda casi 3 grados para 2030. Otras de las causas y consecuencias son las siguientes:
Deforestación. Al eliminar los árboles de nuestros bosques perdemos su gran función: convertir el dióxido de carbono en oxígeno.
Transporte. En España, por ejemplo, una gran parte de las emisiones proviene de los coches, camiones, autobuses…, pero también de barcos y aviones.
Residuos. Cada vez generamos más residuos, y para contrarrestarlo, la única solución es comprar de forma más responsable, reutilizar siempre que sea posible y reciclar.
Derroche de energía. Para evitarlo, debería hacerse un consumo responsable de los aparatos electrónicos y llevar a cabo una rehabilitación energética enfocada al aislamiento, estanqueidad y ventilación.
Los proyectos de ingeniería facilitan nuestra vida gracias a las infraestructuras, sin embargo, hay que minimizar el impacto ambiental que puedan generar. Por ello, en las últimas décadas, la normativa es cada vez más estricta.
En este sentido, hay que tratar de proteger a la flora, la fauna, el suelo o el agua de la zona donde se realizará el proyecto. Para conseguirlo, será necesario efectuar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en el que se examinen las repercusiones medioambientales que producirá la construcción y las medidas que se tomarán para mitigarlas, siendo esto imprescindible para que la Administración apruebe el proyecto.
A continuación, veremos los diferentes tipos de medidas que deben aparecer en los estudios de impacto ambiental y que serán los encargados de evitar, reducir o compensar los efectos que generan los proyectos de ingeniería:
En primer lugar, tenemos las medidas preventivas, cuyo objetivo es evitar la aparición de efectos ambientales negativos, o bien, tratar de reducirlos de forma anticipada.
Con ellas se protegen los ecosistemas, paisajes y elementos valiosos en la zona donde se localiza el proyecto. Además, un correcto estudio y aplicación de estas supondrá un ahorro en los costes de la obra a medio plazo.
Entre las medidas preventivas que se pueden tomar en un proyecto de construcción podemos encontrar el uso de maquinaria con menor consumo de combustible, la impermeabilización de las zonas donde se tratarán residuos contaminantes o el correcto acopio de los residuos generados para su posterior reutilización o reciclaje.
Son las encargadas de corregir el proyecto para conseguir una mejor integración ambiental. Para ello, modifican el proceso constructivo y productivo de la obra e introducen elementos no previstos que ayudan a minimizar o eliminar los impactos.
Este tipo de medidas serán más efectivas si su diseño se efectúa en paralelo y de forma coordinada con el resto de elementos del proyecto (estructuras, drenaje, etc.) y no cuando se establecen posteriormente como un parche.
Algunas disposiciones de este tipo que suelen estar presentes en la mayoría de los proyectos de ingeniería son aquellas que afectan a la contaminación acústica y atmosférica, como por ejemplo el riego de los caminos para reducir la proliferación de nubes de polvo.
Por último, encontramos las medidas compensatorias, aquellas que se toman cuando los impactos ambientales son inevitables y no admiten corrección. En consecuencia, estos efectos negativos que se generan y que no pueden ser eliminados, solo pueden ser equilibrados por medio de efectos positivos para el medio ambiente.
Es importante añadir que estas medidas no podrán tener un carácter temporal ni suponer un beneficio a un particular, sino que deben ser permanentes en el tiempo y mejorar globalmente a un hábitat o una especie.
Dos ejemplos muy claros de medidas compensatorias en proyectos de construcción son las reforestaciones en las zonas colindantes a la obra, o la creación de pasos de fauna que permitan a los animales cruzar las obras lineales que se han construido.
Finalmente cabe destacar que será necesario la creación de un Programa de Vigilancia Ambiental (PVA) que será el encargado de garantizar que se cumplan las indicaciones y medidas presentes en el EIA. En conclusión, la sostenibilidad del medio ambiente debe ser una prioridad a la hora de redactar y llevar a cabo un proyecto de ingeniería.
Si quieres tener más información sobre proyectos de ingeniería relacionados con el medio ambiente, en el blog de Structuralia puedes aprender más sobre los Materiales empleados en la construcción sostenible y Hormigones sostenibles. Además, si quieres ampliar tu formación y desarrollar tu carrera profesional en esta área, disponemos de un amplio catálogo de cursos y másteres.
Con motivo del Día Internacional contra el Cambio Climático el 24 de octubre, te animamos a cambiar tus malos hábitos y a tratar de cuidar el medio ambiente con gestos tan sencillos como reciclar, reutilizar y realizar compras responsables.