Durante años los arquitectos se han inclinado por el uso de hormigón o acero para la construcción de edificios de gran altura, pero esta tendencia está cambiando, o por lo menos debería hacerlo, ya que con el uso de la madera se consigue una reducción importante de las emisiones de dióxido de carbono, presentando otras ventajas como ser un material ecológico y duradero o actuar muy bien como aislante acústico y térmico.
A pesar de estas grandes ventajas, presenta algunas desventajas que tienen que tener especial consideración a la hora de diseñar y construir con este tipo de material como por ejemplo su escasa resistencia al fuego, esto implica que la madera tiene que estar tratada para aumentar dicha resistencia y reducir el riesgo en caso de incendio.
A continuación se describen tres iniciativas propuestas para los próximos años de rascacielos construidos con madera.
Rascacielos de madera en Estocolmo, Suecia
La construcción de este rascacielos sostenible en Estocolmo, Suecia, se realizará en el año 2023. La madera de este edificio de 34 pisos será más resistente al fuego que el acero, debido al tratamiento utilizado.
Para conseguir una estructura sólida este edificio será construido con madera y un núcleo de hormigón. También se instalarán una serie de paneles solares en el techo, promoviendo un estilo de vida sostenible.
Rascacielos de madera en Viena, Austria
La idea consiste en la construcción de dos edificios de madera, uno de ellos de 84 metros de altura, reduciendo considerablemente las emisiones de dióxido de carbono, en concreto 28.000 toneladas menos que una estructura de hormigón, y se utilizarán sólo maderas producidas en Austria.
Se espera que este edificio cueste alrededor de los 60 millones de euros.
Rascacielos de madera en París, Francia
Un edificio que tendrá 35 pisos distribuidos en 84 metros de altura y que estará construido en el año 2018, formando parte del complejo Baobab, que incluiría más viviendas y equipamientos. Permitirá reducir las emisiones de carbono en 3.700 toneladas.