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Mampostería concertada: todo lo que debemos conocer al respecto

Escrito por Structuralia Blog | 29-mar-2022
La mampostería concertada es uno de los diferentes sistemas de construcción. En esta entrada hablamos de sus características, claves y diferentes tipos.

¿Qué es la mampostería concertada y cuáles son sus tipos?

La mampostería concertada es uno de los diferentes tipos de sistemas constructivos. Se caracteriza por ser uno de los más antiguos que conocemos, algo que se debe a su sencillez. Esto le permite destacar sobre otros y garantizar unos resultados de gran belleza. Pero ¿en qué consiste exactamente?

Las claves de la mampostería

Este sistema tradicional, utilizado para la construcción de muros y paramentos, consiste en la colocación manual de los elementos constructivos. Estos se denominan mampuestos, ya que, en términos generales, se colocan a mano. A la hora de hacerlo, se van apilando unos sobre otros hasta concluir la obra y pueden emplearse sin labrados con formas específicas.

El aspecto que ofrece la construcción suele ser rudimentario o tosco, aunque es posible conseguir unos resultados muy estéticos. Además, la obra destacará por su resistencia y durabilidad, así como una reducción en el desperdicio de materiales empleados. Es posible conseguir grandes alturas y fachadas portantes que destaquen por su potencia.

Para unir las piezas, se usa una argamasa o mortero basado en el cemento. No obstante, en otros períodos de la historia se recurrió al barro mezclado con elementos vegetales como la paja. Este método aún puede encontrarse en algunas regiones del planeta.

¿En qué consiste la mampostería concertada?

Se trata de una mampostería en la que los elementos constructivos se colocan de manera poligonal, manteniendo sus caras juntas en todo momento. La forma de cada uno es más o menos regular, lo que aumenta la estética del conjunto al finalizar la obra. No admite la utilización de ripios y las piezas exteriores tienen que colocarse de manera correcta para conservar el aspecto poligonal.

Al unir las piezas exteriores, se evita la concurrencia de cuatro aristas en el mismo vértice. Esto impediría unos resultados adecuados y pondría en riesgo la resistencia de la pared. Por este motivo, se busca que las superficies de contacto sean planas e iguales. Así, se consigue un patrón que combina mampuestos de aspecto cuadrado y rectangular. Se alternan de manera aleatoria o siguiendo un patrón claro, lo que permite unos resultados de gran belleza y aspecto rústico.

Destacan como una de las soluciones de mampostería más elegante y refinada, pese a la talla tosca que puedan tener algunos mampuestos. El tipo de mortero que suele emplearse para unirlos es el cemento, ya que ofrece unas características óptimas y permite cubrir de manera efectiva el espacio entre cada pieza.

Las piedras que se van a convertir en mampuestos tienen que cumplir una serie de condiciones:

  • Homogeneidad, grano uniforme y resistencia a altas cargas. Debemos descartar piedras de aristas vivas y que se fragmenten con facilidad.
  • No tendrá restos orgánicos, nódulos o coqueras. El sonido al golpearla tiene que ser claro, lo que nos demostrará que el interior es sólido y no posee fisuras.
  • Impermeabilidad y resistencia tanto al fuego como a permanecer en la intemperie.
  • Disponer de una buena adherencia a los morteros de uso común.

Forma y dimensiones de las piedras al detalle

Como hemos visto, la elección de las piedras no puede dejarse al azar. Es importante que no carezca de depresiones que la puedan debilitar o que impidan su correcta colocación. En cuanto a las dimensiones, estas varían de una obra a otra. Depende del objetivo que tengamos en mente, pero por lo general se busca:

  • Un espesor superior a los 10 cm.
  • Un ancho mínimo 1,5 veces el espesor.
  • Una longitud 1,5 veces el ancho.

La cubrición de las piedras tiene que suponer el 50% del total de la mampostería. 

Su cubicación será de al menos 20 decímetros cúbicos y se tienen que trabajar para eliminar las partes más débiles o delgadas. También se desbastarán hasta lograr una forma más o menos regular. El método de labrado es tosco y se efectuará con un picón.

Por último, debemos prestar atención a las tolerancias al desvío en las caras del asiento respecto al plano y la línea recta en función de las juntas. Estas tienen que ser inferiores a 1,5 centímetros, aunque siempre consultaremos lo indicado en las especificaciones técnicas del proyecto en curso. De esta manera, evitaremos entrar en contradicciones de difícil solución.

Tipos de mampostería concertada

La mampostería concertada se presenta en diferentes clases, las cuales varían en su aspecto externo y la técnica de construcción. Sin embargo, el sistema se mantiene constante en todo momento, lo que garantiza unos resultados resistentes y de alta durabilidad.

Mampostería en seco

En este tipo no encontramos el uso de ninguna clase de mortero. Los mampuestos se colocan de manera cuidadosa unos sobre otros. Se busca no dejar espacios y, en caso de que se produzcan, se utilizarán materiales de relleno de menor tamaño. Así, se consigue dotar a la construcción tanto de estabilidad como de calidad.

 

Mampostería careada

No es necesario usar mampuestos del mismo tamaño o forma. La cara externa de las piedras se talla de manera angulosa y las dimensiones no se tienen en cuenta a la hora de seleccionar las piedras. Además, es posible emplearse ripios, aunque no en el paramento visto.

Mampostería ordinaria

Es uno de los más sencillos y comunes. Se caracteriza por valerse de morteros de yeso, cal o cemento. Estos unen los mampuestos, que pueden ser tanto piedras como ladrillos. Así, no se dejan huecos en las uniones de cada pieza.

 

 

Mampostería reforzada

En algunos casos, es necesario un tipo de mampostería rígido, ya que es preciso aumentar la resistencia. Este es uno de los más seguros de los que podemos disponer al utilizarse morteros que contribuyen a potenciar estas características. Al final, obtenemos una estructura fuerte, que permanecerá inalterada durante años y que soportará las inclemencias del tiempo.

 

 

En definitiva, la mampostería concertada es uno de los tipos de mampostería más interesantes que podemos aplicar. Para conocer a fondo estos y otros aspectos de la construcción, en Structuralia ofrecemos una formación especializada. Disponemos de un amplio catálogo de másteres de ingeniería impartidos por especialistas con experiencia. ¡Contáctanos!.