Un mapa de valor es la herramienta que permite diagnosticar los problemas en los procedimientos y hacer un plan de trabajo para el futuro de su empresa.
Si su deseo es transformar parte de su empresa de forma eficiente y efectiva, el método de mapa de flujo de valor es la solución que estaba buscando.
El objetivo del mapa de valor es estudiar la utilidad de ciertos procesos o actividades. Con él, se logra conocer qué acciones agregan valor al proyecto y cuáles no. Con cada uno de sus pasos, también se sabe el tiempo que se implementa en cada movimiento para evaluar su agilidad o las necesidades de cambios.
Conforma una serie de estrategias que buscan mostrar cómo se da la cadena de procesos de una organización o de una cadena de abastecimiento, es decir, las redes que se crean para transformar una propiedad o un bien. También se les conoce como gráficas o mapas de flujo del valor.
El mapa de valor es un modelo de lo que sería un estado real de un procedimiento en óptimas condiciones. Incluye la prueba de un método de calidad realizado en el menor tiempo posible y el mayor rendimiento que se pueda conseguir.
El mapeo de valor es indispensable para iniciar los planes de mejora de cualquier empresa. Por esto, inicia con el diagnóstico del proceso (VSM actual) y finaliza con una propuesta de las mejoras según lo que se encontró en la valoración (VSM futuro).
Structuralia es una escuela que permite adquirir con precisión todos los conocimientos relacionados con esta herramienta. Los profesionales tendrán la opción de aprender en compañía de los mejores y poner en práctica el mapa de flujo de valor.
Mapa de valor, estrategia Fuente: Envato
Hay muchas ventajas al implementar este método. Por ejemplo, se pueden encontrar los desperdicios en la cadena, desde actividades que no agregan valor a la compañía hasta objetos físicos que no son indispensables en los procesos.
También es útil para saber qué área debe tener más cuidado comparada con otra o qué aspectos son de prioridad para el cliente.
Hay muchas ventajas al implementar este método. Por ejemplo, se pueden encontrar los desperdicios en la cadena, desde actividades que no agregan valor a la compañía hasta objetos físicos que no son indispensables en los procesos.
También es útil para saber qué área debe tener más cuidado comparada con otra o qué aspectos son de prioridad para el cliente.
El elegido se encargará de formar el mapa de valor y hacer el informe de los resultados de la implementación de las estrategias.
Si opta por una alternativa representativa, el resultado será un reflejo de todo lo que sucede con la marca.
Debe escribir un mapa que relate cómo es: la distribución de la información, el uso de los materiales propios del servicio que presta la empresa, lo que ofrece la marca a todos los posibles interesados en su servicio, el intercambio que hace con los proveedores y su relación con los clientes y sus empleados.
Se revisará el primer resultado y luego se complementará con aspectos como inventarios, tiempos de desarrollo de los procesos y tiempos de inactividad y las capacidades del equipo. Con esto, habrá más precisión en cuáles son los desperdicios, las demoras, los problemas de calidad o movimientos innecesarios.
Se hará una proyección de cómo será el flujo de información, la nivelación y los pedidos de los clientes a partir de los cambios.
Para realizar este proceso de la mejor manera, puede conocer la variedad de másteres en Big Data y Business Analytics que ofrece Structuralia.
El mapa de valor es un método que reduce la posibilidad de errores en los cambios que se piensan desarrollar. Por esto, es importante tener en cuenta sus limitaciones y al mismo tiempo el objetivo que se desea alcanzar.