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5 principales problemáticas de los Petos de Cubierta

Escrito por Structuralia | 24-nov-2021

El peto de cubierta es un elemento constructivo muy expuesto a la intemperie y que debe atenderse porque puede causar daños importantes y visibles.

A pesar de ser un elemento constructivo sencillo, los petos de cubierta, si no se realizan correctamente suelen acarrear problemas y patologías muy significantes para las edificaciones. Incluso, dichas patologías pueden llegar a transmitirse a las fachadas de los edificios, y mucho peor aún, dejar entrar el agua a través de la cubierta hacia el interior del propio edificio.


Es por eso, que resulta muy útil el siguiente elenco de las principales patologías que pueden sufrir los edificios provocadas por problemas en petos de cubiertas planas, acompañado de las causas y las soluciones que podemos adoptar los profesionales del sector. Soluciones, que son muy sencillas de llevar a cabo en cualquier edificación, y que de aplicarse en el momento correcto pueden llegar a ahorrar muchos dolores de cabeza durante, y después de la obra.

Problemas relacionados con los petos de cubierta

1. Grietas oblicuas en fachada

Este tipo de grietas son provocados por la variabilidad de incidencia solar (calor) que reciben los petos según la orientación de la fachada, que genera dilataciones y contracciones dependiendo de la temperatura. Esto genera tensiones opuestas que hacen que aparezcan grietas oblicuas en ambas caras del peto. 


Ya que no podemos cambiar la física de los materiales, y no podemos evitar que los materiales reaccionen ante los cambios de temperatura; lo que sí podemos hacer es prevenir las grietas dejando juntas de dilatación o de trabajo en los distintos tramos de murete que conforman el peto. Se recomienda por el código técnico español que las juntas estén previstas cada 15 metros lineales de desarrollo de peto de cubierta.

2. Grietas paralelas al peto o al forjado

Estas son de las más peligrosas, ya que indican una desconexión entre el forjado de cubierta y el murete que hace de peto. Esto es una indicación de que el peto no está correctamente anclado al forjado, y se puede ver empeorado por la falta de un material elástico en el perímetro que absorba la dilatación de la solera por la incidencia del sol. 

Si estas previsiones no son tomadas en el transcurso de la obra, y este problema aparece, la única solución que no implica demoler el peto y volverlos a hacer, pasa por crear unos “contrafuertes” que atiranten el peto ejerciendo fuerza hacia el interior.

Análisis de grieta horizontal. Fuente: arquestil.es

 3. Separación de la junta en las esquinas

Es la consecuencia final de las dos problemáticas anteriores, es decir, cuando el peto no está bien unificado al forjado y por culpa de la dilatación y del empuje que puede estar haciendo la capa de hormigón de la solera hacia el exterior, hace que los petos que se encuentran haciendo esquina se separen. Esto genera importantes grietas visibles desde el exterior y el interior.

En la etapa de construcción no solo se recomienda colocar juntas de dilatación como previsto por el código técnico español, si no que se pueden reforzar las uniones de los muretes con barras de acero en el interior del peto de cubierta.

4. Filtraciones de la cubierta

Suele indicar que la capa de impermeabilización ha dejado de hacer su trabajo, y está dejando pasar agua y humedad al interior de la solera, el forjado, o incluso el interior del edificio. La solución pasa por sustituir la capa de impermeabilización. Pero tomando la previsión en obra de colocar una media caña en todo el perímetro que levante el manto o la lámina asfáltica hacia el peto, y proteger el empalme con una plancha metálica que cubra y no deje caer el agua directamente en la junta.

Detalle constructivo media caña y plancha metálica de remate. Fuente: Texsa.com.co

5. Humedades en el propio peto

Cuando esto sucede, es indicación de que el agua ha logrado penetrar la capa superior de protección del peto, la cual suele ser en piedra o en metal. Es por ello que esta última capa debe estar muy bien sellada contra el agua, y evitar que cualquiera de las patologías anteriormente mencionadas pueda dañarlo. Si estas previsiones no quedan correctamente ejecutadas desde la fase de obra, y el peto ya ha absorbido agua desde arriba, se puede tratar el enfoscado con un aditivo que lo haga poroso y permeable, de manera que la humedad retenida dentro del peto pueda salir mediante evaporación.

Conclusiones

Aunque pueda parecer un elemento de remate, o secundario en un edificio, se debe prestar atención a la ejecución de los petos de cubierta, ya que forman parte de la cubierta del edificio y se ven expuestos a muchos agentes exteriores que pueden terminar afectando a otros elementos de los edificios. Pudiendo llegar a tener afectaciones muy visibles en las fachadas, e incluso representar un riesgo importante para los usuarios o transeúntes.

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