La casa N del arquitecto Sou Fujimoto es una excelente muestra de la arquitectura contemporánea de Japón y una vivienda bastante peculiar.
La cultura oriental puede ser considerada diametralmente opuesta en muchas cuestiones a la occidental, y esto se refleja también en la arquitectura, y más aún, en la forma en que vivimos en nuestros hogares. La casa N de Sou Fujimoto, es un claro ejemplo de la forma de vida moderna que existe en Japón, de la cual, podemos y debemos aprender muchas cosas como arquitectos.
Una de las inquietudes más relevantes en la carrera del arquitecto japonés, ha sido y es la manera en cómo habitamos en nuestros hogares, las verdaderas necesidades que tenemos a la hora de vivirlos, y cómo cada elemento de una casa forma parte de su arquitectura. Las casas que ha diseñado Sou son innegablemente minimalistas, pero al mismo tiempo logran transmitir la sensación de un hogar y de confort.
Nace y se cría en la isla japonesa de Hokkaido, alejado de grandes ciudades y rodeado por la naturaleza, la cual le apasionaba e influyó enormemente en su arquitectura y en el desarrollo de su línea teórica al respecto (“Between Nature and Architecture” se titula su ponencia para el Architectural League of New York en 2014). Pero se traslada a Tokio para estudiar la carrera de arquitecto, titulándose en 1994 y comenzando su carrera profesional casi inmediatamente después.
A diferencia de muchos otros grandes arquitectos, Fujimoto no comienza su carrera trabajando para otros estudios de renombre, al contrario comienza siendo encargado de pequeñas obras de reformas en espacios de poca superficie. Esto le hace desarrollar desde muy temprano un estilo muy propio y característico, además de darle la libertad de experimentar con sus propias inquietudes como arquitecto.
Finalmente fundó su propio estudio en el año 2000, y gracias a sus proyectos residenciales, claramente insignias del movimiento de la arquitectura contemporánea en Japón, comienza a tener renombre en todo el mundo. Entre sus viviendas más conocidas figuran, la casa T (2005) con una planimetría floral a partir de una gran habitación que irradian la atención hacia el interior; la Casa O (2007) hecha en vidrio y cemento, sobre un tramo rocoso y frente al pacífico; y finalmente la casa N, un concepto de estructura acaracolada que difumina el límite entre espacio doméstico y espacio exterior.
La casa se construyó en el año 2008, y cuenta con una superficie de 236 m², con un programa que contempla a dos personas y un perro. El concepto generador de la casa se basa en tres carcasas concéntricas de distintos tamaños: La más exterior cubre las instalaciones de la vivienda, el jardín, y crea un patio semicerrado con la segunda cáscara que funciona como filtro y ayuda a la ventilación para la cáscara más interior, que engloba y da forma a los espacios más íntimos de la vivienda.
Este concepto nace de una visión crítica del arquitecto hacia la crudeza del muro como división entre el interior y el exterior, y de una reinterpretación de la espacialidad que se crea entre los muros de las estrechas calles de las zonas residenciales en Tokio. La interacción y los espacios residuales entre las tres cáscaras terminan dando a la vivienda una riqueza de espacios no convencionales pero que al mismo tiempo conservan la sensación de un hogar, dando privacidad donde se necesita, y apertura hacia el exterior.