La terminación de las obras de construcción de este Eco-Edificio está prevista para septiembre de 2017 y para entonces, contará con la misma cantidad de árboles y arbustos que el propio Central Park de Nueva York.
El edificio está ubicado en la ciudad de Taipei (Taiwan) y comenzó a construirse en el año 2013, después de que se proyectase tres años antes. Su diseño helicoidal es obra del arquitecto belga Vincent Callebaut, quien se inspiró en las cadenas de Ácido Desoxirribonucleico para generar un giro de 90º desde su planta. Esto se debe a que para el autor, el ADN es “la fuente de la vida y el símbolo de la armonía, y refleja la idea del equilibrio ideal”, plasmando de esta forma el concepto de no dejar huella de carbono humana en el planeta.
Cuando esté completamente terminado rozará los 100 m de altura, distribuidos en 20 plantas que albergarán un total de 40 apartamentos, con una estructura que será ecológica, sostenible y sismoresistente.
Cada planta posee 550 metros cuadrados de superficie totalmente diáfana. Entre los servicios con los que cuenta esta torre se incluyen una piscina con gimnasio, un helipuerto y varios niveles de estacionamiento de vehículos.
Su sostenibilidad se manifiesta, principalmente, por su densa vegetación. No obstante, además de ello integrará un sistema de reciclado de agua de lluvia, ascensores de bajo consumo eléctrico, suelos acristalados o placas solares, que en definitiva marcan las últimas tendencias en la Arquitectura Bioclimática.
En este sentido, sus 23.000 árboles y arbustos serán capaces de absorber 130 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año. Pese a no ser una cifra extremadamente significativa, si se compara con la contaminación producida, sí que puede suponer un punto de inflexión que marque la tendencia de las nuevas edificaciones. Con todo ello, esta vegetación contribuirá a reducir las más de 250 millones de toneladas que se generan anualmente de este gas en la localidad asiática.
No es el primer atisbo de la citada Arquitectura Bioclimática. En Milán (Italia), por ejemplo, existe un innovador edificio denominado “Palazzo Italia” que, mediante una serie de reacciones químicas llevadas cabo en los materiales de su fachada, persigue la purificación del aire. Esta fachada se muestra en la siguiente imagen: