El túnel de Zhongnanshan atraviesa la cadena montañosa de Qinling, uniendo las localidades de Baotou y Beihai, en China. Éste tiene una longitud de 18,02 kilómetros, lo que le convierte en uno de los túneles de carretera más largos del mundo.
El túnel, de más de 18 kilómetros de longitud, está formado por dos tubos de 6 metros de altura y casi 11 m de ancho. Cada uno de estos tubos tiene dos carriles destinados a la circulación.
Los vehículos pueden circular por este túnel a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. Gracias a su construcción los tiempos de viaje se vieron reducidos considerablemente.
Este túnel fue inaugurado en enero del año 2007, con una construcción que tuvo una duración de unos 5 años. El coste aproximado del proyecto fue de unos 300 millones de euros, convirtiéndose en el túnel de carretera más largo de Asia.
En algunos tramos del interior del túnel de Zhongnanshan existen plantas artificiales, luces de colores y nubes proyectadas en el techo con el fin de mantener despierto al conductor, reduciendo su fatiga visual, y haciendo que en recorrido sea lo más ameno posible.