La formación adecuada y actualizada de los trabajadores es fundamental para la mejora de la competitividad y productividad de una empresa. Dar formación a los empleados de una compañía, no sólo en ámbitos específicos de su propio trabajo, sino en ámbitos de carácter más trasversal, tales como técnicas de liderazgo, gestión del proyectos o trabajo colaborativo puede reportar grandes beneficios para la labor diaria a corto y largo plazo y optimizar el ciclo productivo.
Pero, ¿cómo conseguir que el presupuesto para financiación de la formación de tus empleados sea admitido por tu empresa? A continuación te ofrecemos una serie de consejos para conseguir presupuesto para formación.
Destaca las ventajas de formación que pretendes ofrecer
Si deseas conseguir presupuesto para formación de los empleados de tu empresa, es de vital importancia que pongas de manifiesto las ventajas que esta tiene cuando solicites el presupuesto. Esto puedes llevarlo a cabo de distintas maneras: mediante la elaboración de un informe (en este caso te recomendamos que sea ligero en contenido), una presentación, o simplemente de viva voz mediante un pequeño “speech”.
En cualquier caso, la aprobación del presupuesto será segura si sabes hacer ver cómo ese dinero invertido en formación supondrá amplias mejoras para la empresa y se traducirá en beneficios mayores en el futuro.
Recordemos, además, que a menudo es muy complicado o económicamente muy costoso encontrar a empleados que se ajusten 100% a los requerimientos de un cierto puesto de trabajo (especialmente en lo que a perfiles técnicos o de nuevas tecnologías se refiere). En estos casos, la elección de perfiles con potencial añadido a la formación que ofrece la empresa para ajustarse a las características del empleo es una opción muy deseable para una compañía. ¡Hazlo ver!
Crea interés entre los empleados
El interés por parte de los empleados en la formación que se va a ofrecer puede ser determinante a la hora de que esta sea aprobada o no. Desde luego, si estos se la toman en serio y la afrontan con ganas le “sacarán mucho más jugo” que si la llevan a cabo de forma más o menos impuesta, con su correspondiente beneficio para la empresa.
Si quieres conseguir presupuesto para formación de los empleados, debes tratar de buscar las situaciones idóneas también para hacerles ver a estos cómo les puede beneficiar el someterse a esa formación. Puedes hacerlo tanto en contextos formales durante la jornada de trabajo como incluso en charlas informales que tengas con ellos. Cualquier momento es bueno para hacerles ver los beneficios que reportan los programas de formación que vas a plantear.
Ofrece diferentes alternativas y presupuestos detallados
Nunca está de más ofrecer distintas alternativas o vías para conseguir un objetivo. Para conseguir presupuesto para formación sucede exactamente lo mismo: será más sencillo si tienes un plan B. Puedes informarte de diferentes programas formativos de características similares y ofrecer así alternativas en los presupuestos.
Además, el hecho de crear un presupuesto detallado también será de ayuda, incluyendo, además de la inversión total, el desglose de costes (coste por aulas, por recursos materiales, por programas formativos, por remuneración a formadores, por desarrollo de contenidos, etc). De esta forma será más sencillo para la empresa ajustar el presupuesto de las partidas en caso de que sea necesario, no viéndose afectada así la aprobación global del presupuesto.
Sé constante en tu objetivo, haz ver la necesidad diariamente
A pesar de que te recomendamos que previamente a solicitar el presupuesto elabores un pequeño discurso acentuando las ventajas que aportará, conseguir presupuesto para formación no es una tarea puntual, especialmente si tu empresa no pasa por boyante momento económico.
Un buen discurso o una buena presentación es probable que no sirvan de nada si, de alguna u otra forma, la necesidad de la formación no se aprecia día a día. Se dice que una gota de agua es capaz de abrir una piedra, no por su fuerza, sino por su constancia. Y esa, precisamente, es la clave: la constancia. Trata de mencionar de manera más o menos asidua en tus reuniones la importancia de la formación para que poco a poco vaya calando entre tus compañeros y no quepa ninguna duda a la hora de aprobar los presupuestos pertinentes.