Gestión de residuos radioactivos: claves, tipos y desafíos

23/06/2025
Eloísa.Gonzalez

Índice de contenidos

¿Sabías que algunos residuos pueden seguir siendo peligrosos durante miles de años? La energía nuclear, la medicina moderna y ciertas industrias generan materiales que no pueden simplemente desecharse. Los residuos radioactivos plantean un reto crítico para la ingeniería, el medioambiente y la seguridad pública.

En este artículo exploramos en profundidad los tipos de residuos radiactivos, su tratamiento, los sistemas de almacenamiento y el papel clave de los profesionales especializados en su manejo.

¿Qué es un residuo radioactivo?

Se considera residuo radiactivo a cualquier material o producto de desecho que contiene o está contaminando con radionucleidos (átomos inestables que emiten radiación) en concentraciones o niveles de actividad superiores a los establecidos por las autoridades competentes, y para el cual no está previsto ningún uso. En otras palabras, son materiales que ya no tienen una a utilidad práctica, pero que siguen emitiendo radiación.

Estos residuos se generan principalmente en:

  • Centrales nucleares, como resultado del proceso de fisión nuclear y el manejo de combustible gastado.
  • Hospitales y centros médicos, donde se utilizan isótopos radiactivos en tratamientos oncológicos, radiodiagnóstico y medicina nuclear.
  • Industrias, en procesos como la esterilización, medición y control de calidad.
  • Centros de investigación, donde se manipulan materiales radiactivos para desarrollo científico y tecnológico.

Características de los residuos radioactivos

Presentan una serie de propiedades físicas y químicas que los hacen especialmente peligrosos para la salud humana y el medioambiente si no se gestionan adecuadamente. Veamos las características principales que determinan su clasificación, tratamiento y destino final:

  • Emisión de radiación ionizante: pueden dañar tejidos vivos y requieren medidas de protección específicas.
  • Tienen vida media variable: algunos desaparecen en días; otros, en miles de años.
  • Generan calor residual: especialmente los residuos de alta actividad, que deben ser refrigerados.
  • Presentan diferentes estados físicos: sólidos, líquidos o gaseosos, lo que influye en su tratamiento.
  • Dependiendo de su origen pueden ser: nucleares, industriales, médicos o de investigación.
  • Pueden contaminar el medio ambiente: algunos radionúclidos se dispersan fácilmente si no se aíslan bien.

Tipos de residuos radioactivos

Según su concentración de radionucleidos y el tiempo que tardan en ser seguros, los clasificamos en dos grandes grupos:

Residuos de baja y media actividad (RBMA)

  • Presentan radiactividad moderada.
  • No generan calor significativo.
  • Contienen isótopos con una vida media corta o media (menos de 300 años).
  • Son comunes en hospitales, laboratorios y algunas fases del mantenimiento de instalaciones nucleares

Su tratamiento consiste en compactación, solidificación o encapsulado, y suelen almacenarse en instalaciones superficiales. En España, el Cabril es la referencia nacional para este tipo de residuos.

Residuos de alta actividad (RAA)

  • Emiten grandes cantidades de radiación durante miles de años.
  • Generan calor residual, por lo que requieren refrigeración activa o pasiva.
  • Incluyen el combustible nuclear gastado y los residuos del reprocesamiento.

Este tipo de residuo no puede almacenarse en superficie. Se estudian soluciones como almacenes geológicos profundos, capaces de contenerlos durante periodos superiores a 10.000 años.

Gestión de residuos radiactivos: procesos clave

La gestión de residuos radiactivos implica procesos tecnológicos complejos para reducir su volumen y peligrosidad, y para garantizar un almacenamiento seguro:

  1. Clasificación y segregación: según su nivel de actividad y vida media.
  2. Tratamiento: para reducir su volumen o estabilizar su forma (compactación, solidificación, evaporación…).
  3. Acondicionamiento: encapsulado en bidones o matrices estables para facilitar su manipulación.
  4. Almacenamiento temporal: se custodian durante décadas en instalaciones especializadas, mientras se define su solución final.
  5. Disposición definitiva: los residuos de vida larga y alta actividad requieren almacenes subterráneos profundos, aun en desarrollo en muchos países.

Desafíos y futuro de la gestión de residuos nucleares

El mayor reto de la gestión de residuos nucleares es su permanencia en el tiempo. Algunos isótopos pueden tardar miles de años en perder su peligrosidad, lo que exige soluciones tecnológicas sostenibles y una aceptación social de los sistemas de almacenamiento.

Si quieres ampliar tu perspectiva, puedes consultar también nuestra Guía de consideraciones medioambientales en la ingeniería, una herramienta clave para comprender cómo integrar la sostenibilidad en todas las fases de un proyecto técnico.

Además, es necesario seguir invirtiendo en:

  • Investigación en tecnologías de transmutación nuclear.
  • Nuevos diseños de reactores que generen menos residuos.
  • Estrategias de minimización desde el origen.

Uno de los desarrollos más prometedores en este sentido es la innovación de nuevas infraestructuras nucleares, como la primera central nuclear flotante del mundo, que abre nuevas posibilidades para la generación y gestión energética en zonas remotas o de difícil acceso.

Formación especializada: clave para una gestión segura

La gestión de residuos radiactivos requiere personal altamente capacitado. En Structuralia, ofrecemos formación técnica avanzada en energía nuclear, sostenibilidad y medioambiente, orientada a quienes deseen liderar la transformación del sector energético con una visión responsable y segura. Una de nuestras propuestas más destacadas es el Máster en Petróleo, Gas Natural y Petroquímica, diseñado para profesionales que buscan especializarse en los procesos clave de la industria energética, incluyendo la gestión de residuos en contextos complejos y de alto impacto.

Scroll al inicio