analisis de sensibilidad investigacion de operaciones

Todo sobre análisis de sensibilidad en investigación de operaciones

Industria, Energía y Medioambiente
 05-feb-2022 | Structuralia

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El análisis de sensibilidad en investigación de operaciones permite comprender los efectos que se producen en una solución óptima. En esta entrada se explica en qué consiste y sus claves.

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Un análisis de sensibilidad en investigación de operaciones es una herramienta importante en la búsqueda de una solución óptima a problemas de ingeniería en un proyecto en donde se debe determinar cómo le afectarán diferentes parámetros. ¿En qué consisten estos análisis exactamente? A continuación, se ofrecen sus principales características y claves destacadas.

Análisis de sensibilidad en investigación de operaciones: ¿qué es?

Es un análisis que busca determinar los efectos producidos en la solución óptima por un cambio en cualquier parámetro de un modelo de programación lineal. Se investiga cómo afectará una modificación en los coeficientes de las variables básicas y no básicas, en los recursos disponibles o si se introduce una nueva restricción.

El objetivo es el de determinar hasta qué punto es fiable la solución óptima según las alteraciones que puedan darse. Hay que tener en cuenta que la solución se basa en que los datos de partida se mantendrán constantes, lo cual solo se da en periodos de tiempo cortos. Por tanto, al utilizar este análisis, se puede prever cómo se comportará ante los cambios que posiblemente surjan.

También contribuye a determinar qué parámetros o variables pueden fluctuar sin que estos afecten a la solución óptima. Algunos presentan unos intervalos mayores sin provocar cambios, pero otros serán mucho más sensibles. Al detectarlos, es posible mantenerlos bajo supervisión para afrontar los problemas que puedan llegar a causar. En función de su comportamiento, se efectuarán los ajustes pertinentes para evitar que la solución acabe por fallar.

¿Cómo se efectúa el análisis?

El análisis debe abordar y verificar cada parámetro de manera individual. También se expresarán los coeficientes de la función objetivo y los límites de las restricciones. Así, se obtendrá información útil que permita determinar si la solución sigue siendo la óptima. A la hora de llevarlo a cabo, es posible utilizar programas. Además, se seguirá este procedimiento para agilizar las actividades:

  1. Revisión del modelo: En esta parte se establecen los cambios en los parámetros que se quieren investigar. Estos pondrán a prueba la viabilidad de la solución óptima y permitirán identificar los efectos que provocan.
  2. Conversión a la forma adecuada de eliminación Gauss: Esta metodología permite convertir los datos en una tabla apropiada para identificar y evaluar la solución actual. 
  3. Prueba de factibilidad: Se examina si la solución es factible mediante la comprobación de todas las variables básicas que aún tengan valores no negativos.
  4. Prueba de que la solución es óptima: La solución se verifica para determinar si es o no óptima, ya que previamente se ha comprobado que es factible. Se comprueban los coeficientes de las variables no básicas de la región Z que permanecen no negativos.
  5. Optimización: Si la solución no supera alguna de las pruebas indicadas, se procederá a optimizarla a partir de los resultados obtenidos. Así, se irá puliendo hasta dar con los valores adecuados, aquellos que ofrezcan unas variables satisfactorias en parámetros clave.

Ejemplo Análisis de sencibilidad en investigaciónEjemplo Análisis de sensibilidad 2

 

Ejemplo Análisis de sensibilidad en investigación de operacionesEjemplo Análisis.  Fuente: 4.bp.blogspot.com

 

Método ABC de clasificación de inventarios, un ejemplo a tener en cuenta

El método ABC para la clasificación de inventarios es un ejemplo de este análisis. Se utiliza para buscar la solución óptima a la hora de segmentar y organizar los productos en un almacén. La importancia es el parámetro clave para ordenarlos. Así, se tiene en cuenta la relevancia para la empresa, el valor económico, los beneficios aportados o la rotación generada, entre otros factores.

A la hora de realizar la clasificación, se establecen tres tipos de categorías:

Categoría A

En la A se incluyen aquellos productos de mayor importancia para la empresa. Estos suelen suponer el 20 % del inventario y también son los que generan un alto movimiento o rotación. Al darles prioridad, se gestionan de forma efectiva y se obtiene un rendimiento superior para la compañía.

Categoría B

La categoría B engloba a los productos con una importancia y rotación moderadas. Llegan a representar el 30 % de las mercancías, aunque no generan más del 20 % de los ingresos. Es un grupo intermedio que debe revisarse con frecuencia, ya que algunos de sus componentes podrían encajar dentro de la clase A o la C en función de las circunstancias.

Categoría C

Por último, la C es la categoría más numerosa, aunque es la que menores ingresos aportaría. Los productos que la integran no son muy demandados, por lo que no es necesario destinarles muchos recursos. Llegan a generar solo un 5 % de las ganancias y su control puede realizar de forma esporádica, pero teniendo siempre en cuenta su caducidad u obsolescencia. Se ubican en zonas secundarias del almacén con peor accesibilidad, ya que su prioridad es baja.

¿Cómo se clasifica siguiendo el método ABC?

warehouse-worker-with-clipboard-in-the-storage-2021-12-09-01-20-47-utcClasificación método ABC. Fuente: Envato

Hay cuatro formas de clasificar mercancías siguiendo este método. 

  1. La primera tiene en cuenta la rotación de los productos, el parámetro fundamental a la hora de analizar la situación de un almacén. Los más demandados conformarán la categoría A y los menos la C. 
  2. Otra manera es prestar atención al coste unitario, lo que lleva a organizar el stock en función de la inversión realizada en los materiales guardados.
  3. Una tercera forma se basa en tener como referencia el valor total de inventario, que sería el coste unitario multiplicado por el número de unidades. Es un método útil, pero que requiere de un control estricto y continuo de los productos para redefinir las categorías en función de los cambios en el valor.
  4. Por último, se pueden tener en cuenta los factores de utilización y valor para confeccionar las categorías. Es el más utilizado y completo de los cuatro. Se presta atención a la demanda y al valor de los productos. Los de clase A serán aquellos que resulten más valiosos a la empresa y que también sean muy demandados por los clientes. Se pueden incluir ecuaciones de variables, como la de rentabilidad de producto, para ganar en precisión.


En definitiva, el análisis de sensibilidad en investigación de operaciones resulta de gran utilidad para adaptarse a los cambios. En Structuralia ofrecemos la formación adecuada para aprovechar estas herramientas. Así, los profesionales están mejor adaptados a una realidad profesional exigente.


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