El concepto de casa vikinga fue introducido por los vikingos, quienes construyeron edificaciones que aún podemos ver en Noruega. Descúbrelas.
¿Te imaginas vivir en una casa que parece un banco? Así eran las casas vikingas. Fueron construidas por los vikingos y nos dejaron edificaciones muy sorprendentes, cuyos restos aún se conservan hoy en día y podemos ir a visitarlos a Noruega. ¡Descúbrelos!
Una casa vikinga solía estar construida con madera, dos techos a dos aguas y tenían la posibilidad de ser ampliadas a medida que las necesidades de la familia aumentaban.
Aunque la arquitectura vikinga principal era alargada, también crearon viviendas comunales con un estilo más particular. De hecho, sorprendía su techo con las paredes curvas y con una forma de barco a la inversa. Es una manera de identificarlas rápidamente, dado que tienen mucha personalidad.
Lo mejor, es que hoy encontramos casas vikingas que podemos ir a visitar a Noruega durante una escapada, lo que nos permite sumergirnos de pleno en la arquitectura vikinga y conocer un poco más sobre ella.
En el norte de Noruega, en una de las islas, encontraron restos de la casa vikinga más grande que todavía se conserva hoy en día, unos 1200 años después. Es una vivienda que rehabilitaron y que tiene más de 80 m de largo.
Los pueblos nórdicos siempre fueron grandes constructores de barcos y expertos en navegación, por eso construyeron este tipo de casas, dejando claro cuál era su estilo.
En este caso, se estima que alrededor de la casa del cacique en Lofoten llegó a haber cerca de 2000 habitantes y más de cien granjas. Asimismo, a medida que iban trabajando y aumentando la riqueza, las familias construyeron casas mejores, como las casas Trelleborg. Puedes ver el concepto en el siguiente vídeo:
Asimismo, aparte de viviendas, en esa zona los arquitectos vikingos nos dejaron construcciones como graneros, castillos, cobertizos, muros… Incluso naves para proteger sus drakkar en invierno llegando a medir hasta 30 metros de largo.
La época vikinga se remonta entre los años 793 y 1100. Por aquel entonces, los vikingos eran pueblos dedicados a la agricultura y a la ganadería, donde gran parte de ellos vivían en aldeas con varias granjas.
Los vikingos apostaron por una arquitectura centrada en la funcionalidad. Por ello, sus casas servían de refugio y tenían sitio para almacenar no solo la cosecha, sino también para sentirse seguros.
Aparte, hacían casas que se podían ampliar cómodamente a medida que las necesidades de la familia aumentaban. Por ejemplo, podían empezar con una casa de una habitación y aumentarla con el paso del tiempo hasta tener cuatro. Tenían una gran capacidad para construir de forma ordenada y funcional.
Si quieres saberlo todo sobre la casa vikinga típica, antes de nada debes conocer las langhus, que son las que tienen forma de barco. Y te preguntarás, ¿cómo?
Como indica su nombre, efectivamente eran casas alargadas y que destacaban por tener su paredes curvas, haciendo que parezca a un barco. Además, los tejados tenían forma de barco al revés, como si lo miraras desde abajo.
La longitud típica de la casa vikinga era entre 5-7 metros de ancho por unos 15 a 80 metros de largo, por lo que había muchas posibilidades. Normalmente, según el estatus se construía una casa más grande o más pequeña, que se podía ampliar.
En cuanto a los materiales, solían usar madera sobre cimientos de piedra. Aunque dependiendo de la zona usaban unos materiales u otros. Por ejemplo, en Dinamarca se usó bastante madera de roble para los postes mientras que en Islandia como no había tanta madera usaron turba. Según los recursos, optimizando su uso para sacarle más partido y hacer mejores construcciones.
En las casas vikingas también se ponían contrafuertes en la parte de fuera de los muros, inclinados para aguantar el techo. Era para proteger las edificaciones de la lluvia y hacerlas más seguras, para proteger la cosecha y también para vivir en su interior más cómodamente.
Si te apetece sumergirte en la arquitectura vikinga, te recomendamos visitar el Museo del Pueblo Noruego en Oslo (Noruega). Ahí podrás ver cómo vivían los vikingos, para conocerlo todo sobre su época, su historia y su arquitectura. Merece la pena la visita.
Otra opción pasa por visitar el Lofotr Viking Museum. Es un museo vikingo en una casa comunal reconstruida, con exposiciones y recreaciones de barcos. Está en Bostad, Noruega. Aunque es pequeño, está muy bien montado y vale la pena visitarlo para que puedas hacerte una idea en vivo de cómo era una casa vikinga.
¿Qué te parecen las casas vikingas? ¿Te ha sorprendido? ¿Te gustaría ver una en vivo?