La gráfica de la Curva S es una herramienta muy buena para reflejar el avance de un proyecto, si sabemos como usarla.
Un proyecto puede ser una idea, una actividad, una planificación, una inversión o hasta una construcción, pero en resumen, siempre se trata de una serie de pasos, o acciones, que en su estado último, conllevan a la concreción de un objetivo bastante claro. La planificación de los proyectos es un aspecto fundamental para el éxito de los mismos, así como el seguimiento del desarrollo, y los objetivos del mismo.
Cuando estos objetivos (y por lo tanto, el proyecto) son complejos, se vuelve necesario una metodología que permita hacer seguimiento del avance hacia el hito final, es decir, sí se han cumplido los pasos y cómo se han cumplido. Para esto existen herramientas que permiten reflejar de manera clara el seguimiento de un proyecto. Una de las más usadas es la “Curva S” o “Curva de Avance”, una herramienta que nos va a permitir controlar, conocer y contrastar el avance de nuestro proyecto para ser capaces de poder aplicar correcciones donde, y cuando, sea necesario.
En términos de gestión de proyectos, una curva S es un gráfico matemático que representa datos acumulativos relevantes para un proyecto, como el coste o las horas de trabajo, en relación con el tiempo.
Es una curva realizada sobre el conocido diagrama cartesiano, de hecho, adopta su nombre de la forma que suele tomar cuando se elabora una gráfica en función del tiempo (x) y el coste (y) del proyecto. Por lo general un proyecto parte de un coste nulo, y de forma paulatina va creciendo con el paso del tiempo, en fases intermedias se dibuja de forma más vertiginosas, para finalmente retomar un crecimiento simétrico al de las fases iniciales.
Esto no quiere decir que todos los proyectos se desarrollen de la misma manera, ya que es una herramienta utilizada en todos los tipos de proyectos, se puede dar el caso de que un proyecto nazca con una importante inversión, como suele suceder en el sector inmobiliario, ya que lo primero es comprar el terreno a explotar.
La primera versión de la Curva S se crea a partir del cronograma vigente al inicio del proyecto y con el presupuesto inicial. Posteriormente se puede actualizar conforme se crean las nuevas versiones en el desarrollo del proyecto.
La curva S con frecuencia tiene esta forma porque el crecimiento del proyecto en las etapas iniciales suele ser lento: acaba de arrancar; los miembros del equipo están investigando el sector o simplemente están empezando a participar en la primera fase de ejecución, que puede llevar más tiempo al principio, hasta que se familiaricen con ella o hasta que haya problemas que resolver.
Después, a medida que se avanza más, el crecimiento se acelera rápidamente, creando esa pendiente ascendente que forma la parte media de la «S». Este punto de máximo crecimiento se llama punto de inflexión. Durante este período, los miembros del equipo del proyecto están trabajando intensamente en el proyecto y se incurre en muchos de los principales costes. Tras el punto de inflexión, el crecimiento comienza a estabilizarse, formando la parte superior de la «S», conocida como asíntota superior, y la fase «madura» del proyecto. Esto se debe a que el proyecto está ya casi terminado y a punto de concluir: por lo general, en este punto solo quedan tareas como los toques y aprobaciones finales.
Curva S: Fuente: Envato
Antes de elaborar la gráfica de una Curva S, es muy importante asegurar la disponibilidad de la siguiente información:
Una vez recopilada toda esta información, es muy sencillo elaborar la gráfica de la curva S: Basta asignar, sobre un diagrama cartesiano, un valor en coste a cada valor de tiempo. Claro está, que la unidad que asignemos a cada uno, dependerá de las necesidades de nuestro proyecto y lo que nos interese enfatizar con la gráfica. Es decir, el tiempo será en días, meses, o años, dependiendo de la duración del proyecto, y el coste dependiendo del recurso consumido, por ejemplo: una moneda, o horas hombre.
Parecerá muy simple, pero saber utilizar correctamente una gráfica de Curva S nos permitirá transmitir de manera concreta y precisa la información que verdaderamente nos interesa. Ya que precisamente el propósito de esta herramienta es informar a los interesados sobre el avance del proyecto de manera periódica, y es necesario que resulte sencillo y claro, para tomar decisiones de manera ágil.
La mejor forma de usar la gráfica de la curva S, es siempre para contrastar el avance previsto, o planificado del proyecto, con el avance real del mismo. Esto quiere decir que debemos siempre proyectar primero la curva del proyecto según su planificación, y en las revisiones periódicas, dibujar el avance real del mismo, de esta forma se podrá evidenciar claramente las desviaciones, beneficiosas o perjudiciales, para con el proyecto que se está siguiendo.
Por otro lado, la curva S es la base para aplicar la metodología de gestión de valor ganado, y determinar atrasos o adelantos en el cronograma y en el presupuesto, además de poder determinar tendencias y pronósticos de terminación en tiempo y costo.
Ejemplo:
Ejemplo Curva S: Fuente: Sinnapsis
Dada la importancia del manejo de estas herramientas de gestión, Structuralia ofrece una importante cantidad de material formativo en este sector, y adicionalmente una variedad de maestrías, como por ejemplo: Máster en Metodologías Agile y Transformación Digital, Máster MBA en Dirección de Empresas y Gerencia en Proyectos de Ingeniería y Construcción entre muchos otros.