Una nueva entrevista que nos recuerda la importancia de transformar la arquitectura hacia una más sostenible y consciente.
¿Podrías contarnos brevemente en qué consiste tu trabajo actual y tu trayectoria?
"En cuanto a mi formación académica, soy arquitecto (ULPGC), tengo el Diploma de Estudios Avanzados en “La restauración y la rehabilitación arquitectónica. Investigación, tendencias e innovaciones” (ULPGC), hice el Doctorado en Arquitecto con la tesis “Estrategias bioclimáticas en la arquitectura tradicional canaria” (ULPGC) y el Máster en “Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática” (UPM).
Con respecto a mi carrera laboral, la he desarrollado principalmente siguiendo tres líneas de trabajo: la docencia, la investigación y el trabajo profesional. Este último, a través del estudio de arquitectura que dirijo: Del Toro & Antúnez ARQUITECTOS.
La enseñanza, la he practicado en diferentes instituciones: como profesor colaborador en el Departamento de Expresión Gráfica y Proyectos Arquitectónicos, en la Escuela de Arquitectura de la ULPGC; tutorizando trabajos Fin de Máster en la Universidad Europea de Canarias; o la docencia de Patología y rehabilitación estructural en edificación de hormigón, en un Máster en Patología, Rehabilitación de Estructuras y Eficiencia y Ahorro Energético.
De la actividad investigadora destacaría mi labor como investigador de proyecto en el Observatorio Insular de la Vivienda de Gran Canaria, para la promoción y fomento de actividades de innovación en materia de vivienda o la de evaluador en el proceso de evaluación de la ayuda para proyectos dirigidos por noveles investigadores, para la ULL.
Finalmente, el trabajo que desarrollamos en el estudio se encamina a dos tipos de clientes muy concretos: la consultoría a otros profesionales, como arquitectos o ingenieros, y la rehabilitación para clientes particulares y la Administración. Como consultores ayudamos a los proyectistas para que sus edificios sean más eficientes energéticamente, mientras que realizamos rehabilitaciones edificatorias, tanto en el aspecto de la conservación, como la eficiencia energética o la accesibilidad, para conseguir que los usuarios y propietarios estén más confortables en sus edificios."
¿Por qué decidiste especializarte en Sostenibilidad y Eficiencia Energética?
"Ya desde mi época estudiantil tenía la sensación de que la labor de la arquitectura se encaminaba a diseñar edificios atractivos y funcionales, en los que había poco interés por el usuario final, por las personas que iban a “sufrir” el edificio. Las fotos de arquitectura mostraban espacios vacíos, sin gente, casas perfectamente ordenadas donde daba la sensación de que no vivía nadie y en la Escuela se nombraba poco o nada al usuario final de los artefactos arquitectónicos que diseñábamos, o de sus condiciones de confort.
Ya una vez como profesional, volví a encontrarme con edificios que se publicaban en revistas y obtenían distintos galardones y que, sin embargo, recibían grandes quejas de sus usuarios, por invivibles.
Todo esto me hizo reflexionar y ver que, en la mayoría de los casos, había una gran distancia entre el arquitecto y el usuario final, y que la arquitectura no se diseñaba pensando en el disfrute de quienes iban a hacer uso del edificio, sino de los que lo contemplan desde la calle o a través de fotos en las revistas. En mi opinión, no hay que renunciar al aspecto estético-artístico de la arquitectura o su carácter funcional, pero el que nuestros clientes amen los espacios que diseñamos para ellos y deseen permanecer en los mismos es una máxima que no se ha cumplido, en general, hasta ahora.
Una arquitectura diseñada desde un punto de vista sostenible no solo consume menos energía, sino que garantiza el confort de sus usuarios."
La arquitectura sostenible y la adaptación de los edificios al cambio climático se presentan como grandes retos para los arquitectos... ¿Por dónde crees que se deberían empezar a atacar estos desafíos?
"El primer paso es adaptar la normativa vigente en relación con la edificación -el Código Técnico de la Edificación (CTE)- a esta circunstancia. Actualmente, esta normativa bebe de preceptos importados de países con climas muchos más fríos que el nuestro y, por tanto, las estrategias que propone son inadecuadas para nuestras latitudes, circunstancia que va a ir empeorando a medida que las temperaturas aumenten.
Ya hemos visto que los edificios de países como Inglaterra o Alemania han sufrido graves problemas de sobrecalentamiento este verano, cuando las temperaturas han subido por encima de lo que están acostumbrados, dado que sus inmuebles están diseñados para captar y retener el calor, puesto que, hasta ahora, con inviernos fríos y veranos suaves, su gran preocupación era reducir la demanda de calefacción en invierno. El previsible aumento de temperatura en los períodos estivales hace necesario repensarse las estrategias de diseño de los edificios nuevos y adaptar la de los edificios existentes.
Pues bien, el apartado de ahorro energético del CTE sufrió una actualización en el 2019 donde dio un giro de filosofía, desde un enfoque por objetivos o prestaciones, es decir, se encarga de enunciar los criterios que deben cumplir los edificios, pero deja abierta la forma en que deben cumplirse estas reglas-, hacia un carácter prescriptivo, basado en las mismas estrategias que están generando problemas a nuestros vecinos del norte. Dado que en nuestra latitud tenemos una mayor radiación solar y el mercurio es más elevado, es urgente imponer un cambio de filosofía a este documento adaptándolo a una realidad que ya está generando grave problemas de sobrecalentamiento y un exceso del empleo de equipos de refrigeración.
La escasa preocupación por la protección solar de los edificios es el gran talón de Aquiles del actual CTE, de cara a obtener edificios mejor adaptados al cambio climático."
Como formador... ¿Qué crees que es necesario que aprendan las nuevas generaciones para tener éxito?
"El conocimiento es altamente cambiante. Por ejemplo, en el campo de la arquitectura, que es el que domino, las normativas antes permanecían inalterables durante décadas, sin embargo, hoy en día, cambian con periodicidades de hasta cinco años, lo que nos obliga a estar actualizándonos continuamente.
Creo que las nuevas generaciones deben ser conscientes de que los profesionales no dejamos de formarnos, actualizarnos y aprender nunca. Los que piensen que una vez se han graduado ya terminaron de estudiar para siempre están muy equivocados. Vivimos en una sociedad cambiante, donde los constantes avancen hacen que lo que valía ayer, ya no valga mañana. Estamos en la sociedad de la información y el conocimiento, y aquel profesional que se queda desfasado, termina fuera del mercado laboral; como les pasa a los tiburones según una leyenda polinesia, donde los dioses los condenaron a nadar eternamente, privándolos de esta manera de todo descanso, obligándolos a estar siempre en movimiento y en busca de comida."
Según una encuesta de percepción realizada por la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), los propietarios españoles demandan viviendas más sostenibles. Como profesional... ¿Cómo ves esta tendencia? ¿Se ha notado el cambio?
"Aunque es cierto que se percibe una mayor preocupación por la sostenibilidad y, sobre todo, por la eficiencia energética, más con la situación del actual precio de la energía, también es cierto que aún queda mucho camino por recorrer de cara a concienciar a la sociedad en la importancia que tiene que vivamos y trabajemos en edificios más sanos, más eficientes, más confortables, etc. Nuestra salud y calidad de vida tiene mucho que ver con los espacios donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
Cada día son más las patologías que se asocian a la estancia prolongada en edificios que no cumplen con unas adecuadas condiciones de habitabilidad, que presentan escasa o nula iluminación natural, falta de ventilación, problemas de temperatura y/o humedad, presencia de campos electromagnéticos."
¿Cuáles son los pilares de la arquitectura sostenible?
"La arquitectura sostenible va más allá de la no contaminación o del reciclado. La sostenibilidad se sustenta sobre tres pilares: Economía, Sociedad y Ecología.
Una arquitectura sustentable debe ser una arquitectura económica, sin dispositivos que la encarezcan o mecanismos que corrijan errores que están presentes desde la concepción del edificio.
Se caracteriza por cuestiones como la eliminación de la exclusión y marginalización social; la existencia de mezcla social en cuanto a rentas, edad y etnias en todas sus zonas; una alta sensibilidad respecto a las necesidades específicas de cada colectivo presente, especialmente de los más vulnerables como mayores, niños o discapacitados; y la disposición a la comunicación con los ciudadanos, facilitándoles la información que necesiten para poder participar activamente en la vida urbana y dándoles la oportunidad de ser escuchados.
Su diseño se encamina en la optimización de los recursos y materiales, la disminución del consumo energético y el fomento de energías renovables, la reducción de residuos y emisiones, la disminución del mantenimiento, explotación y uso de los edificios y el aumento de la calidad de vida de los ocupantes de los edificios.
En resumen, podemos decir que la arquitectura sostenible es aquella que es buena arquitectura."
¿Qué opinión te merece que casi 1.900 millones de euros de fondos europeos se destinarán a impulsar la rehabilitación de edificios y la promoción de viviendas sociales más eficientes? ¿En qué otro proyecto podría ser más conveniente emplear estos fondos?
"El CTE es muy exigente en relación con el nivel de eficiencia energética que han de cumplir los edificios nuevos. Sin embargo, la mayor parte de los edificios existentes, que representan el 80% del parque residencial español, y sobre todo los residenciales, están lejos de las condiciones de buen funcionamiento energético, óptimas condiciones internas de confort y bajo impacto ambiental, por lo que son responsables de un consumo significativo de energía.
Es decir, la gran mayoría de nuestras viviendas son un agujero negro de pérdidas energéticas.
En el contexto actual, la rehabilitación de edificios es una de las medidas clave de mejora de la eficiencia energética, aunque existen barreras claras a su implantación, como la inversión requerida, la falta de financiación y el desconocimiento de las medidas más apropiadas para optimizar los proyectos a nivel energético y económico.
Las ayudas para rehabilitación de vivienda de los fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pretenden romper estas barreras.
Aunque, por tanto, considero que el fin al que han sido destinadas es muy adecuado; sin embargo, y por desgracia, su impacto no está siendo el esperado, y ya se escuchan voces expertas que alertan de la posibilidad de que parte de estos fondos tengan que ser devueltos a Europa, por no ser tramitados a tiempo. Las causas son variadas: las ayudas las convocan las CCAA, con ritmos y tiempos muy diferentes, adoleciendo muchas de ellas de una gran lentitud en el proceso de su publicación y de las gestiones de solicitud; acceder a las mismas resulta un trámite altamente complejo, que provoca largos plazos de gestión; y las cuantías de las ayudas resultan, en muchos casos, escasas, sobre todo teniendo en cuenta el incremento de los precios de los materiales y servicios en los últimos meses."
Desde Structuralia, agradecemos a Eduardo Martín del Toro por su enorme disposición y aportación en esta entrevista, que nos entrega una visión de lo que se necesita para generar un cambio hacia una arquitectura y docencia sostenible. ¡Te animamos a comentar esta entrevista!