Horus Energy, la planta de energía solar más grande de Centroamérica

02-Oct-2025
Structuralia Blog

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Publicado originalmente el 17 de febrero de 2015, actualizado el 02 de Octubre de 2025.

Horus Energy es una planta fotovoltaica ubicada en el municipio de Chiquimulilla, departamento de Santa Rosa, Guatemala. Fue inaugurada en 2015 y desde ese momento se consolidó como la central solar más grande de Centroamérica y el Caribe. Su puesta en marcha representó un paso importante en la diversificación de la matriz energética de Guatemala, contribuyendo a reducir la dependencia de combustibles fósiles.

¿En qué consiste una planta fotovoltaica?

Una planta fotovoltaica es una instalación diseñada para convertir la radiación solar en electricidad mediante el efecto fotovoltaico. Este proceso se basa en materiales semiconductores, principalmente el silicio, que generan corriente eléctrica al ser impactados por fotones.

El proceso se desarrolla en varias etapas:

  1. Captación de luz solar: los paneles transforman la radiación en corriente continua.
  2. Conversión de energía: inversores convierten esta corriente alterna, adecuada para el consumo y la distribución en la red.
  3. Optimización con seguidores solares: en Horus Energy se utilizan trackers de un solo eje, que orientan los paneles siguiendo el movimiento del sol de este a oeste, aumentando el rendimiento frente a sistemas estáticos.
  4. Transmisión a la red: la energía se eleva de voltaje en la subestación de la planta y se inyecta en la red eléctrica nacional.

Impacto ambiental de una planta fotovoltaica como Horus Energy

Beneficios principales

La ventaja más evidente es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Con más de 115 GWh generados al año, Horus evita el uso de combustibles fósiles y, con ello, la emisión de miles de toneladas de CO₂. Este aporte contribuye directamente a los compromisos internacionales de mitigación del cambio climático.

Otro beneficio es la diversificación de la matriz energética guatemalteca, que históricamente ha dependido de recursos hidroeléctricos y fósiles. Incorporar la energía solar fortalece la seguridad energética del país y reduce la exposición a la volatilidad de precios internacionales del petróleo.

La fase de construcción también dejó un impacto positivo: más de 500 empleos directos y la dinamización de la economía local. En la etapa operativa, la planta no produce ruido significativo, no libera contaminantes al aire ni al agua, y aprovecha un recurso renovable abundante en la región.

Retos ambientales

No obstante, existen desafíos. El primero es el uso extensivo del suelo. La planta ocupa 175 hectáreas, un espacio que podría haber tenido otros usos. En este caso, se eligieron terrenos previamente dedicados a la ganadería, lo que redujo la afectación a ecosistemas naturales, pero esta decisión no elimina por completo la discusión sobre el impacto territorial de proyectos de gran escala.

Otro reto es el manejo de residuos tecnológicos. Los módulos fotovoltaicos contienen vidrio, aluminio y en algunos casos metales que requieren procesos adecuados de reciclaje al final de su vida útil. Este aspecto obliga a planificar desde el inicio un esquema de economía circular.

Por último, se deben considerar los efectos en el paisaje y microclima local. Los campos de paneles modifican la reflectancia del terreno y, aunque sus efectos son menores que los de las centrales térmicas, forman parte de los impactos que deben gestionarse con estudios ambientales y planes de compensación.

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Conclusión

Horus Energy no es solo un proyecto de ingeniería, es una apuesta estratégica por la sostenibilidad energética en Guatemala y en toda Centroamérica. Con su capacidad instalada de más de 90 MW, el uso de tecnologías de seguimiento solar y una producción superior a los 115 GWh al año, la planta demuestra que la región puede liderar iniciativas de gran escala en energía renovable.

El camino hacia una matriz energética más limpia implica atender retos como la gestión del suelo y de los residuos tecnológicos, pero el balance general de Horus Energy confirma que los beneficios superan ampliamente los impactos.

Este complejo fotovoltaico es hoy un referente para futuros proyectos renovables en América Latina, y un recordatorio de que la transición energética no es un horizonte lejano, sino una realidad que ya está en marcha.

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