La futura línea de ferrocarril para el transporte de mercancías en Australia conectará los puertos de las ciudades de Melbourne y de Brisbane y tendrá una longitud de unos 1.700 kilómetros. El coste aproximado de este proyecto será de unos 7.000 millones de euros.
Esta línea australiana tendrá una longitud de unos 1.700 kilómetros. Este nuevo trayecto podrá ser realizado por los trenes en unas 20 horas y 30 minutos, aproximadamente.
Gracias a esta línea ferroviaria, que conecta las ciudades de Melbourne y de Brisbane, se conseguirá reducir el tiempo actual de viaje entre ambos puntos y se podrá evitar la congestión que existe en la ciudad de Sídney, minimizándose el transporte de mercancías por carretera.
Los estudios para la construcción de esta línea fueron anunciados en el año 2008 y se estima que las obras puedan tener una duración de unos 10 años. El proyecto está siendo desarrollado por la empresa pública australiana Australian Rail Track Corporation (ARTC) y tendrá un coste aproximado de unos 7.000 millones de euros.